Los demócratas intentan presionar a la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, para que apruebe un proyecto de ley que crearía una vía hacia la ciudadanía estadounidense para aquellos inmigrantes sin residencia legal en Estados Unidos.
Los legisladores republicanos se han mostrado poco dispuestos a analizar el proyecto en un año de elecciones, en el que esperan retener la mayoría en la Cámara baja y conquistar el Senado.
Con el proyecto de reforma incondicional atascado, el presidente Barack Obama ha sido presionado por los activistas de inmigración para que actúe por decreto ejecutivo para que frene las deportaciones y permita que permanezcan en el país algunos de quienes residen ilegalmente.
Los republicanos advirtieron que dicha medida acabaría con toda posibilidad de retener la cooperación bipartidista sobre inmigración.