El gobierno estatal desplegó un operativo policial en la comunidad de Ajalpan, a 271 km de la Ciudad de México, donde el lunes último los dos hombres fueron linchados y quemados en un espacio público por una turba enardecida que los acusó de intentar secuestrar a niños, aunque ellos lo negaban y se identificaron en todo momento como encuestadores.
“Se perdió la paz, el orden, la seguridad en los bienes e incluso la vida de dos personas”, indicó Moreno Valle al reconocer que este “hecho de barbarie se consumó frente a las propias autoridades municipales que se vieron rebasadas por la población”.
Policías estatales continuaban este jueves con la búsqueda de otros cuatro sospechosos de participar en el linchamiento en Ajalpan, un pobre poblado en el que se fabrican tejas de barro.
Moreno Valle ordenó el relevo de los policías municipales por uniformados estatales y federales para restablecer el orden público, indicó de su lado en un comunicado el gobierno de Puebla.
“Esta decisión sin precedentes en la entidad se toma para garantizar la paz y la tranquilidad de los habitantes y transeúntes”, añade el documento.
Repudio
El brutal asesinato, frente a decenas de personas que tomaban fotos del ajusticiamiento, generó una ola de repudio a lo largo del país.
Los cuerpos de los dos jóvenes fueron entregados el miércoles a sus familiares en la morgue de Tehuacán, la ciudad más cercana de Ajalpan, y trasladados a la Ciudad de México, donde residían.
En lo que va del año en Puebla cinco personas han sido linchadas y 37 fueron rescatadas en conatos de este tipo, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública.
En septiembre pasado otros dos hombres fueron linchados en una comunidad indígena de Chiapas (sureste) donde según cifras oficiales se han registrado 11 ajusticiamientos desde 2012.