Este martes, los diputados aprovecharon para presentar y adoptar estas enmiendas, intentando así eludir la oposición a esas cuestiones del principal partido norirlandés, el DUP.
Contrariamente al resto del Reino Unido, donde está autorizado desde 1967, el aborto es ilegal en Irlanda del Norte, salvo que el embarazo amenace la vida de la madre. Quienes violen la reglamentación corren el riesgo de ser condenados a cadena perpetua, de acuerdo a una ley que data de 1861.
El matrimonio homosexual, permitido en cualquier otra parte del Reino Unido, también está prohibido en esta provincia.
En junio de 2017, el Tribunal Supremo británico sentenció que la prohibición del aborto en Irlanda del Norte es contraria a los derechos humanos, aunque no se pronunció sobre su legalidad debido a cuestiones de procedimiento.
La enmienda sobre el matrimonio para todos fue aprobada por 383 votos contra 73, en tanto que la del derecho al aborto tuvo 332 a favor y 99 en contra.
Todavía deben ser aprobadas por la Cámara de los Lores, cámara alta del Parlamento británico, y no serán efectivas si se forma un gobierno local antes del 21 de octubre.