Dubái ahora tiene casi 29 por ciento de mercado mundial de oro con casi 1 mil 200 toneladas —valuadas en US$41 mil millones— cambiando de manos en los mercados de oro de la ciudad, de acuerdo con el cibersitio del sector, bullionstreet.com.
Esto es un incremento sustancial frente a los US$6 mil millones que se intercambiaron en el emirato en 2003, de acuerdo con Malcolm Wall Morris, director general de Dubai Multi Commodities Centre, establecido por el emirato para supervisar el comercio del sector.
“No hay duda de que la ubicación geográfica de Dubái ha jugado un factor importante”, dijo.
El estatus libre de impuestos de Dubái lo ha vuelto uno de los lugares más económicos para comprar oro en el mundo. El emirato ha instalado refinerías de oro y fábricas de joyería. Importa todo tipo de oro —incluso desperdicio procedente de la India— y lo derrite y depura para crear barras del metal. En la Bolsa de Oro y Materias Primas de Dubái, los operadores y especuladores compran y venden el metal en los mercados de futuros.
Los precios del oro permanecieron relativamente estables en 2012: casi US$1 mil 700 dólares por onza. Algunos operadores calculan que los precios podrían subir una vez más y llegar a su récord de casi US$1 mil 900 por onza si gobiernos centrales e inversionistas buscan el metal precioso como refugio en una economía mundial inestable.
Dubái también se ha vuelto un centro de menudeo, con 600 tiendas de oro, la mitad de ellas en mercados enfocados en turistas, comerciantes y residentes.
Lola Oyekola, de Lagos, Nigeria, fue a Dubái especialmente para comprar joyas. “Sé que conseguiré lo que quiero, piezas únicas” , dijo. “Yo puedo decirles lo que quiero y ellos las harán para mí”.