El secretario de Estado, que ha visitado dos veces Colombia desde que asumió el cargo, destacó el “valiente” esfuerzo de Santos para impulsar las conversaciones y recordó el apoyo inquebrantable de Estados Unidos al proceso.
Santos celebró el anuncio porque reafirma el compromiso de Washington con el proceso de paz, y acotó que el papel del enviado especial será de “apoyo al proceso” y no de participación directa.
El embajador colombiano Luis Carlos Villegas, quien formó parte del equipo de negociadores del gobierno colombiano a inicios de las conversaciones, se mostró de su lado confiado de que Estados Unidos “impulsará la negociación”, según un comunicado.
El nuevo paso representa una postura más activa en el proceso de paz de parte de Estados Unidos, importante aliado de Bogotá e impulsor del multimillonario Plan Colombia implementado hace 15 años para luchar contra el narcotráfico y la guerrilla en ese país.
Al considerar la solicitud de Santos, el presidente Barack Obama concluyó que “Estados Unidos tiene la responsabilidad de hacer lo que pueda para ayudar a Colombia a alcanzar la paz“, dijo Kerry.
“Aunque importantes obstáculos continúan, absolutamente vale la pena buscar y asistir en lograr una paz negociada si podemos”, señaló.
El anuncio fue saludado por Fabrizio Hochschild, coordinador residente de las Naciones Unidas en Colombia.
“Cualquier apoyo adicional que puede prestar Estados Unidos o cualquier otro actor de la comunidad internacional en el proceso, es muy bienvenido”, dijo Hochschild a periodistas.
– Experto en conflictos –
Kerry nombró como enviado especial al veterano diplomático Bernie Aronson, un ex subsecretario de Estado para América Latina con experiencia en la resolución de conflictos en El Salvador y Nicaragua.
Su experiencia en la región es “significativa y extensa”, aplaudió el secretario de Estado.
Queda por ver el rol específico del diplomático, pero Aronson aclaró que no ofrecerá “un plan hecho en Washington” ni se sentará en la mesa de negociaciones.
“Pero podemos empujar, persuadir, clarificar y ayudar donde podamos”, señaló.
Tras dos años de negociaciones, el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ya consensuaron los puntos de reforma rural, participación política y drogas ilícitas en las pláticas de La Habana.
Pero aún deben resolverse temas clave como la reparación a las víctimas, el abandono de las armas y el mecanismo de refrendación de los acuerdos.
Colombia vive un conflicto interno en el que han participado guerrillas, paramilitares, fuerzas militares y bandas narcotraficantes, y que ha dejado más de 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados, según datos oficiales.
Colombia “continúa sufriendo los trágicos efectos de una de las guerras más largas del planeta. Una guerra que ha durado medio siglo y ha dejado a millones de colombianos muertos, heridos o desplazados”, dijo Kerry.
Pero según el alto funcionario, una paz negociada “desataría un enorme potencial” para los colombianos, y tendría impactos en América Latina y posiblemente otras regiones.
“Y esperamos que en 2015 Estados Unidos pueda dar un paso adelante ayudando a llevar a Colombia la seguridad, prosperidad y más importante, la paz que merece”, dijo Kerry.