La trabajadora de ayuda humanitaria, de 26 años, poseía una pasión insaciable por ayudar a los demás, dicen quienes la conocieron. Ella repetía que el servicio al prójimo la acercaba a Dios.
En la carta, publicada por su familia después de que la Casa Blanca confirmara su muerte, la joven aseguraba haber encontrado destellos de alegría, incluso en cautiverio. “He llegado a entender que en todas las situaciones hay algo bueno, a veces solo debemos buscarlo”, escribió Mueller en una carta que recibieron sus familiares a comienzos de 2014.
La carta también revela momentos de duda y oscuridad y a su vez otros de convicción y templanza mientras forjaba su voluntad para continuar con vida. “Ninguno de nosotros podría haber sabido que iba a durar tanto, pero sé que estoy luchando a mi modo. Dentro de mi aún queda mucho resto”, escribió. “No voy a quebrarme. No importa cuánto tiempo pase, no voy a rendirme”.
– De Arizona a Pakistán –
La joven idealista nació en Prescott, Arizona, y fue capturada por el grupo Estado Islámico en agosto de 2013, cuando salía de un hospital de Médicos Sin Fronteras en Alepo, Siria.
Sus tarea como cooperante humanitaria incluyó trabajos voluntarios en refugios de mujeres en su ciudad natal, así como en clínicas de pacientes con sida.
En el momento de su captura, Mueller había estado trabajando en la frontera entre Turquía y Siria, ayudando a algunos de los miles de refugiados que huían de la guerra civil siria.
Este conflicto era solo uno más en los que participó la ciudadana estadounidense con la esperanza de marcar una diferencia. Desde su graduación en la Universidad de Arizona en 2009, dedicó su vida a ayudar a los más necesitados del todo el mundo. India, Israel y los territorios palestinos fueron algunos de los lugares donde brindó su ayuda.
Mueller era la última rehén estadounidense del grupo yihadista de la que se tenga conocimiento. El EI ha hecho de la ejecución de rehenes un ritual espeluznante que documenta y luego sube a internet.
Recurriendo a medidas extraordinarias para mantener el secreto durante el cautiverio de un año y medio, los parientes de Mueller no revelaron hasta la semana pasada que estaba en manos del EI. Una vez se anunció la semana pasada que Mueller había muerto como víctima de bombardeos de la coalición, su familia continuó aferrándose a la esperanza de que de alguna manera había escapado de la muerte. Pero el fin de semana recibieron un “mensaje privado” del EI que permitió a los servicios de inteligencia de Estados Unidos confirmar su muerte, aseguraron tanto la Casa Blanca como la familia Mueller.
El presidente Barack Obama rindió un homenaje a la breve pero desinteresada existencia de Mueller. “Ella personificó todo lo que es bueno en nuestro mundo”, dijo el jefe de Estado en un comunicado. “Nos ha sido arrebatada, pero su legado perdura, inspirando a todos aquellos que luchan, cada uno a su manera, por lo que es justo y decente”, dijo Obama.