Internacional

El papa Francisco pide a los cubanos vivir una revolución de ayuda al prójimo

El papa Francisco invitó el martes a los cubanos a vivir una revolución que sirva a los demás, durante la última misa que ofició en suelo cubano previo a partir rumbo a Washington, EE. UU. este martes.

En su homilía de la misa oficiada en Cuba, donde en 1959 triunfó la revolución encabezada por Fidel Castro, el pontífice dijo que la Virgen de la Caridad y patrona de todos los cubanos siempre los invita a querer a los demás.       

“Nuestra revolución pasa por la ternura, por la alegría que se hace siempre projimidad, que se hace siempre compasión, que no es lástima… y nos lleva a involucrarnos, para servir, en la vida de los demás”, dijo Francisco desde la Basílica del santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre.

El papa Francisco culmina este martes una visita de 72 horas a Cuba, donde oficiará una última misa antes de dirigirse a Estados Unidos, en pleno período de acercamiento entre Washington y La Habana gracias a su propio papel como facilitador.

El Pontífice también instó a los feligreses a “sembrar reconciliación”  y dijo que la Iglesia quiere “tender puentes”  y “romper muros”.

Francisco añadió que los creyentes son invitados “generación tras generación”  a renovar su fe, a vivir la “revolución de la ternura”, en la misa a la que asistió el presidente cubano, Raúl Castro.

El papa hizo alusión al término “reconciliación”  al final de un viaje por la isla que le llevará desde hoy a Estados Unidos y que ha estado precedido por el acercamiento entre La Habana y Washington, históricos enemigos irreconciliables que el 17 de diciembre pasado anunciaron la reanudación de sus relaciones.

“Queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad”, agregó.

Y comentó que los católicos quieren ser una comunidad “que sepa acompañar todas las situaciones embarazosas de nuestra gente, comprometidos con la vida, la cultura, la sociedad, no borrándonos sino caminando con nuestros hermanos” .

Puso el ejemplo de la vida de la Virgen María al decir que cada vez que los católicos la siguen vuelven “a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño”.

La misa en la basílica menor del santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, a una veintena de kilómetros de Santiago, fue el penúltimo acto del papa en Cuba.

Después, Francisco defendió en su último acto en Cuba el concepto de familia como forma de evitar que las personas se transformen en “individuos aislados fáciles de manipular y de gobernar”.

“La familia nos salva de dos fenómenos actuales: la fragmentación (la división) y la masificación”, advirtió el pontífice en el Encuentro con las Familias en la Catedral de Santiago  (este).

“Sociedades divididas, rotas, separadas o altamente masificadas son consecuencia de la ruptura de los lazos familiares, cuando se pierden las relaciones que nos constituyen como personas, que nos enseñan a ser personas”, dijo a los presentes.

Recordó un mensaje que ha repetido en varias ocasiones: “por favor, las familias no son un problema, son principalmente una oportunidad”  a la que hay que, dijo, “cuidar, proteger, acompañar”.

El pontífice lamentó la desaparición en muchas culturas de los espacios del hogar en los que se reúnen las familias, como el momento de la cena al final de una jornada de trabajo.

“Sin familia, sin el calor del hogar, la vida se vuelve vacía, comienzan a faltar las redes que nos sostienen en la adversidad, nos alimentan en la cotidianeidad y motivan la lucha para la prosperidad” , alertó.

Posteriormente el pontífice bendijo Santiago desde la terraza de la catedral del lado del Parque Céspedes y se dirigió al aeropuerto, desde donde a las 12:30 horas, luego partió hacia Washington.

A sus 78 años, el Papa resistió en Cuba un intenso calor y un programa cargado de actividades, pleno de contacto directo con las masas.

Elogios y críticas

Francisco, que facilitó el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos tras más de medio siglo de enemistad y que derivó en el restablecimiento de relaciones diplomáticas, llegará a Washington a bordo del avión de Alitalia que lo llevó de Roma a Cuba.

En la base aérea de Andrews será recibido por el presidente Barack Obama y su esposa Michelle, en una muestra de la importancia que el mandatario estadounidense asigna a la visita del jefe de la Iglesia Católica.

Obama, primer presidente negro de Estados Unidos y de confesión protestante, profesa gran simpatía por Francisco, a quien a menudo llama “papa de los pobres”.

Los medios estadounidenses, con fuerte presencia en el avión papal, le han otorgado mucho espacio a la cobertura del viaje de este Papa apoyado por aproximadamente el 66% de los estadounidenses.

Pero sus llamados a favor de los pobres, en contra del capitalismo salvaje y para combatir el cambio climático, también le han valido fuertes críticas entre los conservadores, los medios económicos liberales, desde Wall Street hasta el ultraconservador Tea Party, y en filas republicanas.

El hecho de que llegue proveniente de Cuba, no hace más que irritar aún más a quienes consideran que este papa es un marxista disfrazado o un traidor a la fe católica, demasiado flexible con la doctrina.

 

Fuerte seguridad

Los temas que se espera aborde el primer papa latinoamericano en Estados Unidos, especialmente el jueves ante el Congreso y el viernes en las Naciones Unidas, son altamente explosivos.

El Papa jesuita, conocido por su habilidad y su determinación, preparó cuidadosamente los discursos que pronunciará en Washington y Nueva York.

Entre los temas a tratar, mencionados en sus escritos, figuran la protección y recepción de los inmigrantes; la defensa del medio ambiente, con un firme alegato a favor de una revolución energética radical y una desaceleración económica.

Tampoco faltarán críticas a la dictadura de la tecnología y las finanzas, así como la denuncia de la responsabilidad de los vendedores de armas y las grandes potencias en la “tercera guerra mundial en cuotas”  que denuncia sin cesar.

Su visita tendrá lugar bajo fuertes medidas de seguridad, con la policía estadounidense preocupada ante las dificultades de proteger a un papa que suele desplazarse en vehículos abiertos para estar en contacto con los fieles y cuya visita coincide con la Asamblea General de la ONU en Nueva York, que recibirá a 170 líderes mundiales.

Su agenda prevé encuentros con los más desfavorecidos de la sociedad estadounidense, entre los cuales inmigrantes, sin techo o presos.

También presidirá una ceremonia con la participación de líderes de varias religiones en el sitio del World Trade Center contra el terrorismo y a favor del respeto entre los distinto credos.

En Filadelfia presidirá el sábado y domingo el fin de un encuentro mundial de familias católicas, donde se espera la asistencia de un millón y medio de fieles. Cuando se pusieron en línea los 10.000 tickets para asistir a la misa, desaparecieron en 30 segundos.

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