Internacional

El Papa sufre una caída durante misa en santuario de Polonia

 El papa Francisco sufrió el jueves una caída sin gravedad mientras se dirigía al altar para presidir una misa ante el santuario de Jasna Gora, en la ciudad polaca de Czestochowa, según las imágenes transmitidas por televisión.

El Papa sufre una caída durante la misa en el monasterio de Jasna Gora en Czestochowa. (Foto Prensa LIbre:AFP).

El Papa sufre una caída durante la misa en el monasterio de Jasna Gora en Czestochowa. (Foto Prensa LIbre:AFP).

Francisco cayó de un escalón mientras se dirigía al altar y tuvo que ser levantado por un grupo de religiosos que lo asistían, tras lo cual prosiguió la celebración sin problemas.

Francisco llegó a bordo del papamóvil a la explanada del popular santuario de Jasna Gora, el lugar donde desde el siglo XIV se venera el icono de la “Virgen Negra” , llamada así por el color de su piel y donde una muchedumbre silenciosa lo esperaba.

Antes de celebrar la misa el Papa se recogió en silencio en la capilla ante el icono, que según la tradición fue realizado por San Lucas, que lo pintó con el verdadero color de su piel.

 “No sufrió ningún daño”  tras tropezón

 El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aclaró que el papa Francisco no ha sufrido ningún daño después de la caída durante la misa que celebró en el santuario de Czestochova al tropezar con un pequeño escalón que no vio.

En la conferencia de prensa diaria tras la jornada, Lombardi aseguró que tras la caída “el Papa no sufrió ningún daño, no se ha necesitado control médico, no hubo ninguna consecuencia y que continuó la ceremonia sin ninguna incertidumbre” .

Lombardi aseguró que le había preguntado personalmente a Francisco cómo estaba tras el tropiezo.

El portavoz explicó que durante el momento en el que subía los peldaños hacia el altar no vio un pequeño escalón escondido en la alfombra roja y por ello tropezó y cayó, pero fue inmediatamente ayudado a levantarse por el ceremoniero pontificio, Guido Marini, que siempre se encuentra a su lado.

Francisco ha tropezado en varias ocasiones mientras subía los peldaños o al engancharse con el bajo de la sotana, además de que el pontífice tiene algunos problemas al subir escaleras debido a la ciática.

En esta ocasión, precisó Lombardi, el Papa no vio el pequeño escalón e hizo notar que continuó normalmente la ceremonia.

Igual que sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI, Francisco donó una rosa de oro, el regalo tradicional que los pontífices ofrecen a los santuarios marianos.

Desde el altar, con el santuario a sus espaldas, el Papa presidió una misa solemne con ocasión del 1050 aniversario del bautismo de Polonia, entre los países más católicos del mundo.

“Dios prefiere instalarse en lo pequeño, al contrario del hombre, que tiende a querer algo cada vez más grande. Ser atraídos por el poder, por la grandeza, por la visibilidad es algo trágicamente humano” , dijo Francisco ante la multitud, que según algunos medios locales superaba las 200.000 personas, la mayoría polacos.

El Sumo Pontífice comenzó su segunda jornada en Polonia con una visita privada al anciano cardenal polaco Franciszek Macharski, de 89 años, hospitalizado en Cracovia, y sucesivamente se reunió con las monjas de las Hermanas de Presentación en un monasterio de la ciudad.

Francisco llegó el miércoles a Polonia para una visita de cinco días, donde una multitud festiva de jóvenes católicos de todo el mundo lo espera este jueves en el enorme parque de Blonia, en el centro de la ciudad, para presidir la Jornada Mundial de la Juventud, conocida como el “Woodstock”  de los católicos, creado  por Juan Pablo II en 1986.

La víspera, el pontífice argentino pronunció un discurso fuerte y político para pedir al gobierno polaco que acoja a los refugiados, un tema espinoso que incomoda hasta al episcopado.

A bordo del avión, el Papa se refirió al asesinato el martes en Francia de un sacerdote e insistió en el concepto de que el mundo está en guerra, “una tercera guerra mundial a pedazos” , que aclaró no se trata de una “guerra de religiones” .

Francisco pide humildad

El papa  comenzo el segundo día de su visita a Polonia acudiendo a rezar en la Capilla de la Virgen Negra en Czestochowa, el principal lugar de peregrinación nacional.

Decenas de miles de fieles le dieron la bienvenida con gritos de júbilo y ondeando banderas en el Monasterio de Jasna Góra, que alberga una imagen de la Virgen rodeada de leyenda. Los creyentes participaron a continuación en una misa por el mil 50 aniversario de la cristianización de Polonia.

El papa les dio un susto a los peregrinos porque se tropezó y cayó al inicio de la misa al aire libre, pero el religioso de 79 años se puso de pie de inmediato con ayuda de dos asistentes y pronunció su homilía sin sufir al parecer ninguna consecuencia.

En su mensaje, Francisco criticó las ansias de influencia y poder y llamó a las personas a hacerse “pequeñas” y cercanas como dios, a mostrar humildad, amor por el prójimo y generosidad. Dios “prefiere instalarse en lo pequeño, al contrario del hombre, que tiende a querer algo cada vez más grande. Ser atraídos por el poder, por la grandeza y por la visibilidad es algo trágicamente humano.”

El Papa puso como ejemplo de ello también a la Virgen, que “no es dueña ni protagonista, sino madre y sierva”.

Debido al mal tiempo, el Papa tuvo que trasladarse en automóvil y no en helicóptero como estaba previsto inicialmente hasta el santuario ubicado en Czestochowa.

Numerosos católicos, entre ellos muchos niños, habían pasado allí la noche para poder ver al papa, que pasó junto a ellos en el papamóvil camino al monasterio de Jasna Góra.

Por la tarde, el Pontífice regresó a Cracovia, situada a unos 120 kilómetros, donde viajará en tranvía por la ciudad y luego saludará en el parque de Blonia a los participantes en la Jornada Mundial de la Juventud.

En esta jornada participan hasta el domingo medio millón de peregrinos de 187 países.

El miércoles, a su llegada a Polonia, el jefe de la Iglesia católica instó al Gobierno nacionalista-conservador de la primera ministra Beata Szydlo a acoger a más refugiados.

Sin embargo, la dirigente respondió de forma crítica. “Tenemos que prestar ayuda, pero a la vez proteger a nuestros ciudadanos”, afirmó en declaraciones al canal TVN24. “No hay nada más valioso que la seguridad, y este es un problema con el que Europa no está sabiendo lidiar”, dijo.

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