Internacional

Entérese quién será el sustituto de la presidenta de Brasil

La presidencia de Dilma Rousseff en Brasil y el reinado de 13 años del poderoso Partido de los Trabajadores pueden llegar a su fin a manos de un enemigo inesperado: su mayor aliado político.

 Inmerso en una feroz interna que creció al calor de la guerra del impeachment contra Rousseff, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño  (PMDB) , conocido también como “centrao”   (gran centro) , tiene mucho para ganar en la crisis que sacude al país. Y varios de sus caciques no ocultan ya sus ambiciones de poder.

    La campana de largada para un eventual ruptura con el gobierno fue la decisión del vicepresidente Michel Temer de divorciarse políticamente de la presidenta, su compañera de fórmula en las elecciones del 2010 y el 2014, con una carta cargada de quejas y viejos resentimientos.

    Si Rousseff cae, Temer completará el mandato hasta el 2018.

    Desde que la misiva se hizo pública, Temer pasó a ser el oscuro objeto del deseo de quienes ansían la salida de la presidenta de la mayor potencia de América Latina. El partido que lidera este abogado de 75 años devino en juez y parte de la puja por destituirla.

    “El PMDB está con el cuchillo y el queso en la mano” , dijo a la  AFP  Sylvio Costa, director de la publicación especializada Congresso em Foco.

“Hay un hecho que es indiscutible y es la incapacidad del gobierno de gobernar. Eso quedó más claro con el (…) virtual rompimiento entre Dilma y Temer, que hace varios meses está insinuando que se quiere sentar en el sillón presidencial y la verdad es que ya está formando un gobierno” , añadió.

Opositores

Temer, considerado un moderado, tiene un profuso apoyo dentro de su partido y es cortejado por el PSDB  (centro) del expresidente Fernando Henrique Cardoso. El senador del PSDB Aloysio Nunes reconoció que hay predisposición para apoyarlo y hasta colaborar en un potencial gobierno suyo si Rousseff cae.

    El PSDB nunca digirió la derrota de su presidenciable Aecio Neves por menos de 3% en el balotaje del 2014 contra Rousseff, y promueve el impeachment que podría convertir a Temer en jefe de Estado.

    Si Rousseff es destituida, Temer será el primer presidente del PMDB desde 1985, cuando José Sarney asumió la presidencia tras la muerte del mandatario electo Tancredo Neves un día antes de la toma de posesión como primer presidente post dictadura  (1964-1985) .

    El PMDB es el mayor partido de Brasil. Tiene 67 diputados, 18 senadores y 7 gobernaciones  (contra 59, 13 y 5 respectivamente para el PT) . Luce demasiado grande como para acomodarse dentro del gobierno y demasiado peligroso como para tenerlo enfrente.

    Cobijo de conservadores, liberales, nacionalistas, evangélicos y hasta exguerrilleros, sin él es difícil forjar mayorías legislativas en el fragmentado cosmos de 513 diputados y 81 senadores federales de Brasil.

    Varias de sus figuras son investigadas por la justicia por su supuesta participación en un multimillonario escándalo de corrupción en Petrobras.

    Este martes, la policía allanó en busca de pruebas la residencia del jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, cacique del PMDB y enemigo declarado de Rousseff, así como los domicilios de dos ministros y legisladores del PMDB y sus oficinas en el Congreso.

Rebelión

“El PT es un partido que tiene un proyecto hegemónico que usa a sus socios como si fueran naranjas, los chupa y luego tira la cáscara. Así fue la relación con el PMDB durante el primer mandato y durante este año” , se quejó a la  AFP  el diputado del PMDB Lucio Vieira Lima.

    Este legislador lideró una rebelión que mostró en carne viva la división del partido.

Rechazando un acuerdo entre el ala del PMDB leal a Rousseff para blindar la comisión de 65 diputados que recomendará si el juicio político debe seguir o ser archivado, Vieira Lima armó una lista alternativa que derrotó holgadamente a la apoyada por el gobierno.

La euforia por el impeachment se apoderó del Congreso, pero la Corte Suprema suspendió el procedimiento hasta este miércoles, cuando decidirá si fue constitucional.

La peor pesadilla

El PMDB ocupa los tres primeros lugares de la sucesión presidencial. Y justo detrás de Temer está Cunha, la peor pesadilla de Rousseff.

    Calculador e inescrupuloso, según sus abundantes detractores, fue quien abrió el abismo del impeachment cuando recrudecieron sobre él acusaciones de corrupción en la estatal Petrobras, que podrían terminar su mandato.

    La lista la completa el titular del Senado, Renan Calheiros, también investigado por el fraude a la petrolera.

    Los rebeldes del PMDB asestaron su peor derrota a Rousseff, que lucha casi sin apoyo popular  (su gobierno tiene una aprobación de solo 9%, según el último sondeo) y es responsabilizada por la recesión que vive el país.

La mandataria de 68 años está acusada de autorizar gastos sin aprobación del Congreso y permitir que el Tesoro se financie con préstamos de entidades públicas, cargos que generan tantas dudas como certezas dependiendo del jurista que se consulte.

Si no es demasiado tarde, como aseguran muchos analistas, sus chances de sobrevida pasarán en buena medida por su capacidad para maniobrar en el laberinto de su principal aliado.

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