El proyecto de ley incluye la prórroga de los monumentales créditos fiscales del primer mandato de Trump (2017-2021), que expiran a finales de año.
Sus detractores aseguran que los recortes privarán de cobertura sanitaria a millones de estadounidenses con bajos ingresos pero los halcones fiscales lo consideran una bomba de relojería para la deuda de Estados Unidos.
Según varios analistas independientes, la prórroga fiscal podría aumentar el déficit del gobierno federal entre US$2 y US$4 billones durante la próxima década.
El 22 de mayo, los republicanos lograron que la Cámara de Representantes aprobaran el megaproyecto por un solo voto y ahora será debatido en el Senado, que puede aportar cambios.
“Lo siento, pero ya no lo soporto“, publicó Musk en su red social X, días después de dejar de ser uno de los asesores más cercanos del republicano.
“Este proyecto de ley de gastos del Congreso, masivo, escandaloso (…) es una abominación repugnante. Debería darles vergüenza a quienes votaron a favor: saben que lo han hecho mal. Lo saben”, añadió.
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