“Lo que sucedió fue un error operativo y negligencia en la supervisión”, le indicó Ferreira a la principal televisora de Brasil, Globo TV.

En un documento del 2013, Ferreira había indicado que la instalación de Samarco representaba un riesgo de desestabilización y erosión, y recomendó no renovar la licencia de la compañía para operar alrededor de la ciudad de Mariana, en donde sucedió el incidente.

En ese momento, un regulador estatal decidió renovar la licencia. El lunes revirtió esa decisión y la licencia fue suspendida.

Samarco, una empresa conjunta entre la brasileña Vale y la australiana BHP Billiton, no respondió a la petición de The Associated Press para comentar al respecto.

La compañía dijo que 85% de sus tres mil empleados recibirían vacaciones pagadas a partir del martes. El 15% restante trabajaría para esclarecer el motivo de los estallidos, informó la compañía a través de un comunicado.

También el martes, el departamento de bomberos estatal redujo el número de desaparecidos a 22 cuando un residente fue descubierto albergado con parientes en una ciudad cercana.

La Policía dijo que las 631 personas que perdieron su hogar en el pueblo Bento Rodrigues, el más afectado al ser arrasado por un lodo espeso, estaban siendo acomodadas en hoteles cercanos en Mariana.

La extensión del accidente aumentó cuando las aguas contaminadas por la arcilla roja alcanzaron el río Doce y el estado vecino de Espirito Santo.

El gobernador de Espirito Santo dijo en una conferencia de prensa que el servicio de agua estatal suspendería las operaciones de extracción en el río en los próximos días.

La cuarta víctima

El hallazgo del cuerpo de una niña de 5 años elevó hoy a cuatro el número de muertes confirmadas por la riada de barro y residuos minerales que arrasó el pasado jueves a siete poblados del estado brasileño de Minas Gerais, en tanto que los bomberos redujeron a 22 el número de desaparecidos.

El cuerpo de Emanuele Vitoria Fernandes fue hallado a cerca de 70 kilómetros de la casa en que vivía en Bento Rodrigues, un distrito de la ciudad de Mariana y que fue la población más afectada por la avalancha provocada por la ruptura de los diques de dos depósitos de residuos minerales de la empresa Samarco.

Su padre, que está hospitalizado tras haber sufrido fracturas en las piernas, relató que el río de barro lo sorprendió cuando, cargando a sus hijos de 1 y 5 años, intentaba buscar refugio en una región más elevada.

Explicó que un vecino lo ayudó a salvar a su hijo menor y a escapar de la riada, pero la niña no corrió la misma suerte y la vio ser arrastrada por la avalancha.