No darse por vencido
La ESA pedía 250 millones de euros para AIM. Recibió el apoyo de varios pequeños países europeos, sobre todo de Luxemburgo, pero los grandes se mantuvieron al margen.
El director general de la ESA Jan Woerner, dijo estar “decepcionado” porque está “convencido de la necesidad de del proyecto” .
“La misión no se anuló” , precisó Woerner, la semana pasada. “No renuncio, sobre todo porque varios Estados miembros me pidieron que no abandonara” .
“Estamos reflexionando en varias soluciones, entre ellas una versión más ligera de AIM” , reduciendo un poco su contenido científico, explicó.
“De esta forma podría reducirse el presupuesto necesario a menos de 150 millones de euros, sin incluir el lanzamiento” , declaró a la AFP Patrick Michel, astrofísico del Observatorio de la Costa Azul y responsable científico de AIM.
En su versión completa, AIM prevé una cámara, un equipamiento radio, un pequeño aterrizador, minisatélites CubeSats y varios radares.
El tiempo apremia. “Nos quedan todavía dos meses, más o menos, para progresar y encontrar dinero” , afirma Carnelli.
“Si Europa no lleva a cabo AIM, perderá toda la experiencia adquirida con la sonda Rosetta en el plano de la navegación cerca de un pequeño cuerpo celeste” , advierte Michel.
Aunque la ESA tire la toalla, la misión estadounidense DART podrá seguir adelante debido a que la colisión podrá verse desde la Tierra. Su presupuesto es de unos 150 millones de dólares.
A día de hoy, se considera que más de mil 700 asteroides son potencialmente peligrosos porque su trayectoria cruza la de la Tierra a una distancia inferior a 10 millones de kilómetros. “Hay que vigilarlos” , recalca Michel.
“Si un asteroide de 150 metros cayera sobre la Tierra, esto representaría -explica- el equivalente de 10.000 bombas de Hiroshima en cuanto a energía liberada” .