El padre dio nalgadas a su hijo en octubre del 2012 durante una fiesta en casa de un amigo.
Funcionarios de servicios sociales del condado Suffolk dijeron que el hombre golpeó al niño con la palma de la mano en las nalgas y que cuando llegaron a su casa golpeó con un cinturón las nalgas, las piernas y los brazos del menor.
Un tribunal de familia lo declaró culpable de negligencia. Pero la división de apelaciones dijo que bajo las circunstancias, las nalgadas “no constituyeron un castigo corporal excesivo”. Además señaló que no había evidencia suficiente para probar que el hombre golpeó al niño con un cinturón.