La capital federal sigue así los pasos de Colorado, el estado de Washington y Alaska, donde el consumo de cannabis ya está autorizado.
Oregon imitará a estos cuatro estados en julio y también legalizará el consumo de marihuana.
Desde ahora, Washington autoriza la posesión de pequeñas cantidades de cannabis pero no permite su venta ni su compra. Los adultos pueden tener hasta 60 gramos de marihuana -el equivalente a unos 80 cigarrillos- y pueden cultivar hasta seis plantas en su casa.
La venta de pipas, pipas de agua o papel de fumar también está autorizada.
“Fumar en casa. Cultivar en casa” es el nuevo eslogan de esta reglamentación que provocó el contundente rechazo de los conservadores del Congreso. La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, con un estrecho margen de maniobra, es la primera en ser criticada.
-En los parques, abstenerse –
El Distrito de Columbia, como se denomina oficialmente a la capital de Estados Unidos de 650 mil habitantes, no es considerado un estado, y la ley federal prohíbe el consumo de marihuana de la misma manera que lo hace con la heroína o el LSD.
Entonces, las fuerzas federales pueden arrestar a alguien que posea marihuana en un terreno federal como por ejemplo un monumento o un parque nacional.
Si la nueva reglamentación se pone en marcha “lo harán sabiendo pertinentemente que están violando la ley“, dijo el martes Jason Chaffetz, un legislador republicano de Utah y miembro del movimiento conservador Tea Party, en una entrevista con el diario The Washington Post.
Los republicanos han intentado generar cortocircuito en la nueva reglamentación al agregar a último momento en la ley presupuestaria una línea que prohíbe poner en práctica esta ley.
Pero la ciudad explicó que ya era tarde. La ley fue aprobada en un referéndum.
El 51% de los estadounidenses está favor de la legalización, según un sondeo de Gallup publicado en octubre.
El gobierno de Barack Obama por su lado dijo que la capital debería poder resolver sus asuntos sea cual sea su estatus.
Los militantes a favor del cannabis ven la legalización del consumo en Washington como un paso importante en el camino hacia la legalización en todo el país.
“Si el presidente puede elaborar su cerveza propia en la Casa blanca, los adultos tienen que poder cultivar y consumir en sus casas una substancia menos peligrosa“, argumenta Robert Capecchi, de Marijuana Policy Project.