Internacional

González Iñárritu: “Peña Nieto ya no me representa”

Alejandro González Iñárritu, laureado cineasta mexicano, criticó fuertemente la invitación que hizo el presidente Enrique Peña Nieto a Donald Trump.

El cineasta, guionista y productor, expuso en una columna del español El País su “profunda tristeza, indignación y vergüenza” por la invitación que Peña Nieto hizo para visitar México al candidato presidencial republicano, Donald Trump. 

González Iñárritu, uno de los cineastas mexicanos más respetados por la crítica internacional, calificó la invitación como una “traición” de parte del gobernante mexicano a su país.

El miércoles, Trump visitó Los Pinos, residencia oficial del presidente de México, con quien sostuvo una reunión privada, posteriormente ambos dieron declaraciones a la Prensa.

La reunión causó una oleada de indignación que se extendió a las redes sociales y le valió a Peña Nieto la crítica de los intelectuales de su país.

González Iñárritu destacó en su columna de opinión que recibir a Trump en México es “avalar y oficializar a quien nos ha insultado, escupido y amenazado por más de un año ante el mundo entero”.


Otra de las frases del cineasta que más replicaron las redes sociales fue “nunca he visto en toda mi vida a un mexicano pidiendo limosna en una calle en los Estados Unidos. Estos trabajan dura y honradamente contribuyendo y beneficiando imprescindiblemente la economía de ambos países. Pero por conveniencia mutua, seguirán siendo una comunidad de 11 millones de invisibles”.


“Tras este acto y como ciudadano mexicano, Enrique Peña Nieto no me representa más. No puedo aceptar como representante a un gobernante que en lugar de defender y dignificar a sus compatriotas, sea el mismo quien los denigra y pone en riesgo al invitar a alguien que como él, no es digno de representar a ningún país”, afirmó el cineasta mexicano.

Lluvia de críticas

Con un estrechón de manos, un presidente mexicano que ya tenía un índice de popularidad en mínimos históricos pareció sumirse en un foso tras recibir formalmente a Donald Trump, quizá el hombre más detestado de México.

La reacción en México fue veloz. La perspectiva de que el presidente, Enrique Peña Nieto, sólo saliera perdiendo y de que el aspirante a la presidencia de Estados Unidos se viera reforzado parecía del todo previsible.

Verlo plasmado en televisión desencadenó una oleada de burlas contra Peña Nieto.

“Trump gana poco y peor aún, Peña Nieto pierde mucho”, resumió Javier Urbano Reyes, profesor en el departamento de Estudios Internacionales en la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México.

“Sin duda, el evento de Trump mi percepción es que va a hacer aún más grave, aún más fuerte la baja de aprobación” del presidente, señaló.

Peña Nieto dijo que los mexicanos se habían sentido agraviados y habían tenido diferencias con Trump, pero en ningún momento logró lo que más quería la población: exigir que Trump se disculpara.

Luego estaba el tema del muro. “Un impenetrable, físico, alto, poderoso, hermoso muro en la frontera sur”, como dijo más tarde Trump en Phoenix.

De pie junto a Peña Nieto, el empresario reiteró su promesa de levantar un muro fronterizo, aunque dijo que el tema de quién lo pagaría se comentaría más adelante. Peña Nieto no dijo nada sobre el muro en ese momento.

Horas más tarde, Peña Nieto dijo en un tuit que había dicho de forma clara al comienzo de su encuentro privado con Trump que México no pagaría la obra. Su afirmación parecía contradecir las declaraciones del magnate sobre que no se había hablado del pago, pero la oficina del presidente sólo dijo que Peña Nieto ya había hablado sobre el tema y no lo retomó.

Sin embargo, en su discurso más tarde el miércoles sobre política migratoria, Trump convirtió el muro en la pieza central de su propuesta. Se refirió a Peña Nieto como un “maravilloso, maravilloso presidente”, pero reafirmó la promesa que no había repetido en México: “Aún no lo saben, pero van a pagar el muro”.

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