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Honduras votará este día sumida en crisis 

tegucigalpaA cinco meses del golpe de Estado que expulsó del poder al presidente Manuel Zelaya, los hondureños llegan divididos hoy a las urnas, pero con el anhelo de pasar esa página negra de su historia y comenzar una nueva era constitucional, rota por los golpistas.

El divisionismo también se marca en la comunidad internacional. Los gobiernos de Brasil, Ecuador, Venezuela, Argentina, España, Paraguay y Guatemala anunciaron que desconocerán los resultados, mientras que Costa Rica, Estados Unidos, Perú y Panamá lo respaldarán. México no se pronunció.

El golpe de Estado fracturó y generó desconfianza en la sociedad hondureña, algo que los candidatos pretenden contrarrestar con la exhortación a un “diálogo nacional”.

“No sé si las elecciones van a unificar a los hondureños, pero la situación sí va a mejorar, porque lo que tenemos ahora, con un presidente metido en una embajada y el gobierno funcionando a medias no es opción para nada”, expresó Virgilio Rodríguez, de 55 años.

“Pienso que las elecciones no van a unir a los hondureños. El país está muy dividido”, manifestó Rigoberto Alonzo, 40, empleado de una cadena de almacenes.

El 28 de junio último, un comando militar irrumpió en la casa del presidente Zelaya, y, a punta de pistola, lo pusieron en un avión que lo trasladó a Costa Rica. El Congreso Nacional designó de inmediato como presidente de facto a Roberto Micheletti. Ambos líderes pertenecen al Partido Liberal.

Prometen unidad

Porfirio Lobo, candidato del opositor Partido Nacional —derecha—, aseguró que convocará a un “diálogo nacional” una vez haya ganado los comicios.

Elvin Santos, del Partido Liberal —derechista y oficialista—, dijo que deberá unir a su partido, y después de ganar, llamar a “un pacto social”.

Los otros tres candidatos pertenecen a los partidos minoritarios y, por tanto, sus posibilidades de triunfo son prácticamente nulas. Se trata de Felícito Ávila, de la Democracia Cristiana; Bernard Martínez, del Partido Innovación y Unidad-Socialdemócrata; y César Ham, de Unificación Democrática.

El depuesto mandatario califica de “ilegales” los comicios, mientras la Organización de los Estados Americanos (OEA) anunció que no los reconocerá en tanto Zelaya no sea reinstalado en el poder.

El jueves recién pasado, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ratificó que no es legal restituir a Zelaya mientras tenga órdenes de captura por delitos supuestamente cometidos por haber convocado a los hondureños a un referendo sobre si estaban de acuerdo con elegir diputados a una Asamblea Nacional Constituyente en estos comicios.

El Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado cumple hoy 155 días de protestas callejeras, en las cuales la participación ha mermado progresivamente.

Según la mayoría de analistas, la crisis política ha permitido expresarse a los sectores más marginados de la sociedad que buscan tener voz y voto en una democracia de la que siempre han sido excluidos por la oligarquía.

Las elecciones podrán tornar la página de la crisis política, pero al próximo presidente le aguardan enormes retos en uno de los países más pobres de la región, junto con Haití, Nicaragua y Bolivia, expuso el director del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras, Mauricio Díaz.

ap/afp/efe

Análisis El golpe de Estado ganó  

Las elecciones de hoy en Honduras probablemente lograrán lo que el régimen golpista trató de hacer hace cinco meses: terminar con la carrera política del presidente izquierdista Manuel Zelaya y reemplazarlo por un líder moderado que responda a la élite local.

Washington, que había prometido no reconocer las elecciones a menos que Zelaya fuera restablecido en el cargo, ahora decidió respaldar el proceso electoral.

“Al final, el golpe ganó”, destacó Heather Beckman, analista de Eurasia Group, con sede en Nueva York. “Era algo nefasto y no debería haber ocurrido, pero al final no había nada que hacer”, agregó.

Millones de hondureños pobres habían depositado grandes esperanzas en la política izquierdista de Zelaya en una nación dominada por una élite adinerada. Pero ahora no tienen candidato presidencial que los represente.

Los principales candidatos pertenecen a los dos partidos que votaron abrumadoramente en el Congreso en respaldo del golpe a Zelaya, incluso uno que ayudó a elegirlo antes de volverse en su contra.

Los gobiernos de tendencia populista o izquierdista de América Latina insisten en que las elecciones significan una legitimación del golpe.

Muchos hondureños simplemente desean votar y dejar atrás la crisis, mientras que otros han participado en un boicot, en protesta por los meses en los cuales fueron encarcelados los manifestantes simpatizantes de Zelaya y los ocasionales cierres de radioemisoras y estaciones de televisión de oposición a los golpistas.

Respaldo dividido Rechazan golpe 

En pleno proceso electoral hay manifestaciones a favor y en contra de los comicios, tanto en Honduras como en la comunidad internacional.

Con Argentina, Brasil y Venezuela a la cabeza, así como la OEA y la ONU, Latinoamérica anunció que no reconocerá las elecciones al argumentar que los comicios tratan de lavar el golpe de Estado que rompió el orden constitucional en ese paíse centroamericano.

Sin embargo, EE. UU., Costa Rica y Panamá se muestran a favor de las elecciones.

Retos Pobreza afecta al 66% 

La pobreza secular que flagela al 66 por ciento de los 7.5 millones de habitantes, y sus consecuencias —la delincuencia y el desempleo—, son los mayores retos que afrontará el ganador de las polémicas elecciones en Honduras.

El próximo presidente tendrá la dura tarea de reabrir los flujos de la ayuda internacional, cerrados tras el golpe de Estado, lo que no resultará fácil por el rechazo de buena parte de los países cooperantes a reconocer los comicios, por no haber sido restituido el presidente Zelaya.

Soledad Zelaya está confinado en la Embajada de Brasil

El gobernante hondureño derrocado dice que las elecciones validan el golpe de Estado.

? El presidente depuesto Manuel Zelaya quedó marginado por la campaña electoral, lo que unos ven como señal de su débil posición y de cómo la crisis política fue conducida interna y externamente para desembocar en las elecciones de hoy.

? El mandatario expulsado, el 28 de junio último, se encuentra desde hace más de dos meses confinado en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, en donde se refugió para presionar a los golpistas y, con apoyo de la comunidad internacional, lograr su restitución en el cargo.

? Un acuerdo firmado hace un mes con el gobierno de facto fue declarado roto por Zelaya .

Lobo es favorito El candidato del opositor Partido Nacional, Porfirio Lobo, de 61 años, es el favorito entre los cinco aspirantes a la Presidencia de Honduras.

Santos es segundo Elvin Santos, 46, del gobernante Partido Liberal,

Cronología Rompimiento constitucional

El golpe de Estado en Honduras derivó en una crisis política que divide a sus pobladores.

Expulsión Zelaya es derrocado por el Ejército y expulsado a Costa Rica. El Congreso designa a Roberto Micheletti como gobernante interino.

manifestaciones Primeras protestas de zelayistas, mientras la OEA suspende a Honduras y el resto del mundo rechaza el golpe de Estado.

Campaña Empieza la campaña electoral, pero los candidatos aparecen muy poco, debido a la tensión generada por la crisis política.

regreso Zelaya aparece por sorpresa en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, lo cual ejerce presión sobre los golpistas.

acuerdo Tras varios intentos fallidos, EE. UU. y la OEA logran que Zelaya y Micheletti negocien la restitución y un gobierno de unidad.

divergencias Zelaya declara roto el tratado, por divergencias con golpistas sobre el Acuerdo Tegucigalpa-San José, y exige su restitución en la Presidencia.

retiro temporal Micheletti se aparta temporalmente del poder. El Congreso reitera que el 2 de diciembre próximo se reunirá para analizar la restitución de Zelaya.

cita a las urnas En medio de tensiones, violencia, amenazas y apatía, los hondureños acuden a votar por presidente, diputados y alcaldes.