En un juicio sumario fue condenado a una pena de veinte años de cárcel en Cuba, que cumplió íntegramente, un largo y brutal confinamiento que no minó su voluntad de lucha por la restauración del Estado de Derecho y la democracia en la isla.
Protagonizó uno de los episodios más mitificados de la historia del siglo XX, el triunfo de la Revolución cubana, que culminó con la entrada en La Habana de la guerrilla.
Encabezaban esa marcha, junto a Huber Martos, otros dos comandantes revolucionarios: Fidel Castro y el carismático Camilo Cienfuegos, muy querido por el pueblo, quien desapareció el 28 de octubre de 1959 en circunstancias nunca aclaradas.
Matos siempre dijo que creían que fueron Fidel Castro y su hermano, Raúl, actual presidente de Cuba, quienes mataron a Cienfuegos, pese a que la versión oficial es que desapareció en una avioneta Cessna cuando se trasladaba de Camag ey a La Habana.
“Fue un hombre cariñoso, humilde, sincero y amaba a Cuba con toda su alma”, señaló Huber Matos, nieto del comandante, quien falleció hoy -jueves- en un hospital de Miami (EE. UU.) a consecuencia de un “infarto masivo”.
Según comentó Matos, las últimas palabras de su abuelo fueron para su amada Cuba. “La lucha continúa. viva Cuba libre” , dijo en sus últimos momentos el comandante y líder del grupo opositor Cuba Independiente y Democrática (CID) a disidentes de la isla.
Matos había dicho recientemente, en una conferencia en Miami del líder opositor cubano Jorge Luis García Pérez “Antúnez” , que vivía con la ilusión de regresar a una Cuba libre y que el “daño” que Fidel Castro había hecho al país iba a “tardar mucho en curarse” .
Por su formación humanista, era la pérdida de valores que achacaba del pueblo cubano uno los asuntos que más le preocupaba.
A su juicio, se habían perdido por completo los valores morales en la isla y la mentira y el robo se extendían como un cáncer por todo el país.