La familia de Chana está compuesta por el patriarca -cabeza visible de su propia secta cristiana-, sus 39 esposas, 94 hijos, 33 nietos y 14 nueras (en la India, las nueras se integran en la familia del esposo): en total, 181 personas.
“Como en cualquier otra iglesia, creemos en la existencia de dios, pero la única diferencia es que nuestro credo nos permite casarnos con más de una esposa“, contó Nunparliana, uno de sus hijos.
La familia sigue las directrices de un culto que llaman “Channa“, a partir del padre de Zionnghaka, Challianchana (muerto en 1997): fue creado a comienzos de la década de 1930 y, cuatro generaciones después, cuenta con unos mil 700 miembros.
Aunque no se sabe a ciencia cierta cuántos hijos tuvo el fundador Challianchana -que se casó con unas cincuenta mujeres-, sí hay constancia de que Zionnghaka era su primogénito.
La familia vive en un inmueble de cuatro plantas y cien habitaciones edificado en una colina, y las mujeres practican un sistema de rotación para compartir lecho con el cabeza de familia, aunque la esposa más joven es la que ocupa la cama más cercana.
Mizoram es una pequeña y remota región del noreste de la India que linda con Birmania (Myanmar) y Bangladesh y donde, a diferencia del hinduismo predominante en el subcontinente, el culto mayoritario es el cristianismo, en sus vertientes protestantes.
Los mizos fueron animistas hasta la llegada de dos misioneros baptistas galeses, William Savidge y J. H. Lorrain, que iniciaron su labor pastoral y terminaron por prohibir los cultos anteriores.
En la región hay un total de 95 sectas cristianas; algunos de sus lÍderes reivindican un estatus de divinidad, y en otros casos, como el de los “channa“, está admitida la poligamia.