Aparentemente se trata de un objeto muy romántico, pero en realidad es sobre todo un objeto tecnológico.
La señal recibida por los sensores es enviada a un teléfono portátil mediante la tecnolología de transmisión Bluetooth, para un análisis comparativo de los latidos de su corazón y una deducción a través de una aplicación especial.
Si se registra una curva correspondiente al deseo sexual, el cierre parpadea y se abre.
La marca de lencería imaginó este sostén para celebrar su décimo aniversario.
Se trata de una operación de comunicación y el corpiño no será vendido.
“Queríamos realizar una campaña que no sólo incite a llevar nuestros productos, sino que contribuya también a calentar el ambiente romántico entre los hombres y las mujeres“, precisó Yuka Tamura, una portavoz de esta empresa.