La autorización fue concedida por el magistrado Alexandre de Moraes, juez instructor en la Corte Suprema del proceso en el que el exmandatario fue condenado.
El líder derechista salió de la sede de la Policía Federal, en Brasilia, donde permanece recluido en una celda especial desde el 22 de noviembre, hacia las 09.30 horas (12.30 GMT), escoltado “discretamente” por cuatro vehículos y algunos agentes motorizados, según las disposiciones del magistrado De Moraes.
Tras un recorrido de apenas cinco minutos, el exmandatario, de 70 años, llegó al hospital privado donde le será realizada la intervención este jueves, al que ingresó por el garaje.
La cirugía para corregir las dos hernias inguinales debe durar de tres a cuatro horas y mantendrá internado a Bolsonaro en el hospital entre cinco y siete días, dependiendo de su evolución.
Bolsonaro sufre desde hace meses varios problemas de salud, entre ellos vómitos, mareos y crisis de hipo, trastornos derivados de la puñalada que le asestó una persona con trastornos mentales durante la campaña electoral del 2018.
De acuerdo con lo estipulado por el magistrado, durante su estancia en el hospital el exjefe de Estado solo podrá estar acompañado permanentemente por su esposa, Michelle Bolsonaro.
Dos de sus hijos, el senador Flávio Bolsonaro y el concejal de Río de Janeiro Carlos Bolsonaro, también habían solicitado acompañar a su padre durante su hospitalización, pero el juez solo permitió que tanto ellos como Renan y Laura, sus otros hijos que viven en el país, lo visiten, pero no que pernocten en el hospital.
El exdiputado Eduardo Bolsonaro, recientemente destituido de su cargo por la Cámara Baja y quien vive en Estados Unidos desde febrero, no fue autorizado por el magistrado.
El juez también prohibió el ingreso de computadoras, teléfonos móviles o cualquier equipo electrónico a la habitación del exmandatario y señaló que cualquier visita adicional deberá contar con permiso judicial.
Durante su estadía en el centro médico, el exmandatario estará vigilado durante las 24 horas por al menos dos agentes en la puerta de su habitación y otros miembros de la Policía Federal dentro y fuera del centro médico.
Bolsonaro fue condenado por haber liderado un complot para intentar mantenerse en el poder tras perder las elecciones del 2022, en las que resultó vencedor el progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
Además de la condena, el exjefe de Estado (2019-2022) está inhabilitado para disputar elecciones hasta el 2060.
La semana pasada el Parlamento brasileño aprobó una ley que lo beneficia con una significativa reducción de su pena, pero Lula ya anunció que la vetará.



