“Debemos respetar la libertad de los ciudadanos, es el primer deber del Estado, pero también tiene como papel esencial garantizar su seguridad”, explicó el portavoz gubernamental, Yoshihide Suga, a la prensa.
La decisión se sustenta en una ley que permite a las autoridades retener el pasaporte de una persona para impedir un viaje que ponga en peligro su vida o sus bienes.
“Hemos actuado con la máxima prudencia, pero se trata de una situación extremadamente peligrosa”, añadió.
La decisión de privar de pasaporte a Yuichi Sugimoto, fotógrafo independiente de 58 años, se debe a que el Estado Islámico “amenazó con seguir tomando y ejecutando a rehenes”, insistió Suga.
“Un responsable del departamento de pasaportes del ministerio de Exteriores vino y se llevó el mío”, dijo Sugimoto a la prensa el fin de semana. El fotógrafo proyectaba entrar en Siria el 27 de febrero para hacer reportajes sobre la vida de los refugiados.
Sugimoto, que ha trabajado años en zonas de conflicto en Irak y Siria, aseguró que no tenía intención de entrar en zonas controladas por el EI, según Kyodo News. “¿Qué pasa con mi libertad para viajar y la libertad de prensa?”, se indignó el fotógrafo.