Internacional

John Cantlie, otro rehén occidental en la mira del Estado Islámico

De acuerdo con la prensa internacional, después de que Estado Islámico (EI) difundió el video en el que aparece el piloto jordano Moath al-Ksasbah siendo quemado vivo en el interior de una jaula, el único rehén que el grupo yihadista mantiene en su poder es el reportero británico John Cantlie.

John Cantlie, reportero gráfico indepediente (Foto Prensa Libre: AP)

John Cantlie, reportero gráfico indepediente (Foto Prensa Libre: AP)

 EL CAIRO. – Según el portal web del diario español ABC, este reportero británico también ha sido amenazado con ser asesinado y ha sido utilizado en varias ocasiones para difundir mensajes propagandísticos de la agrupación.

Los captores han hecho públicos varios vídeos de Cantlie, el último el 3 de enero de 2015, en los que el fotógrafo, vestido en algunas ocasiones con un overol naranja como el usado por los internos de Guantánamo, critica la política de su país y de EE. UU.

El reportero ya había sido ya secuestrado en Irak en julio del 2012, pero fue rescatado una semana después.

Con anterioridad al caso del piloto jordano Moath al-Ksasbah   y la decapitación del periodista japonés Kenji Goto, el EI ha asesinado a numerosos rehenes secuestrados, entre ellos a dos periodistas estadounidenses.

El periodista  japonés ahora muerto fue el encargado de anunciar en un vídeo el 24 de enero de 2015 la ejecución de su compatriota, Haruna Yukawa, y de pedir la liberación de la terrorista Sayida Rishawi, encarcelada en Jordania.

Rishawi fue ejecutada la madrugada de este miércoles junto a  Ziad Karbuli, líder de Al Qaeda.

 Los dos periodistas occidentales asesinados con anterioridad en Siria son los estadounidenses James Foley y Steven Sotloff. Las imágenes de la decapitación del primero fueron hechas públicas el 19 de agosto del 2014, poco tiempo después de una fallida operación de rescate en una localización no concretada.

En el fondo de la grabación divulgada por los terroristas se veía al segundo periodista, Steven Sotloff, mientras pedía a Estados Unidos que cesara sus bombardeos sobre Irak. Sotloff corrió la misma suerte que su colega el 2 de septiembre último.

Además de los dos periodistas estadounidenses, un grupo terrorista afín al Estado Islámico anunció el pasado 7 de enero que había asesinado a dos informadores tunecinos, Sofián Churabi y Nadir al Qitari, en Libia.

Al asesinato de los periodistas secuestrados hay que sumar la decapitación de tres trabajadores sociales, los británicos David Haines y Alan Henning y el estadounidense Peter Kassig, y del ciudadano japonés Haruna Yukawa, hace una semana.

Además del Estado Islámico, la red terrorista internacional Al Qaeda se ha responsabilizado de la muerte de otros periodistas occidentales.

El 6 de diciembre del 2014 murió el reportero gráfico estadounidense Lucas Somers durante una operación conjunta estadounidense-yemení llevada a cabo cuando quedaban menos de 24 horas para que expirase el ultimátum de Al Qaeda en la Península Arábiga, el grupo yihadista que le mantenía como rehén.