El ataque tuvo lugar el pasado viernes en Estrasburgo. “Mira a esa pu** con falda”, dijo uno de los agresores. Cuando ella contestó “¿Perdón?”, le respondieron “Cállate perra y baja los ojos”.
Acto seguido, dos de los hombres la inmovilizaron y el tercero le pegó un puñetazo en la cara.
La joven, de 22 años, ha denunciado públicamente que unas 15 personas presenciaron la escena: “Hicieron como si no hubiese pasado nada. No hubo reacción ni antes, ni durante ni después”, apuntó también en “France Bleu”.
El sindicato policial Oficiales y Comisarios de Policía ha pedido a posibles testigos que comuniquen a los agentes cualquier detalle al respecto.
Desde la adopción en 2018 de la ley que penaliza el acoso callejero, Francia acumula 1 mil 800 multas por insultos sexistas.
“Recibo todos los días fotos de casos de mujeres que han sido asaltadas, violadas, acosadas. Me retuercen las tripas cada vez”, añadió hoy Schiappa, que viajó a Estrasburgo para reunirse con las fuerzas del orden locales y escenificar la movilización de su gobierno contra esos hechos.
El ataque ocurre en plena polémica en las redes sociales tras las declaraciones del ministro francés de Educación, Jean-Michel Blanquer, sobre cómo hay que ir vestido al colegio.
“La escuela no es un lugar cualquiera. No vas a la escuela como si fueras a la playa o a un club nocturno. Vas con ropa adecuada. No en pantalones cortos, ya seas niño o niña. Vas al colegio vestido de una manera que es, digamos, republicana, lo que permite una mayor igualdad entre todos” dijo el lunes en la emisora “RTL”.
Todo empezó cuando el pasado día 10 una adolescente de Dax, en el País Vasco francés, decidió ir al instituto en camiseta corta y minifalda, después de que este le exigiera una “vestimenta adecuada”, y colgó su reivindicación en Instagram.
Su iniciativa se amplificó cuatro días después, cuando las adolescentes, bajo la etiqueta “#lunes14septiembre”, decidieron llevar faldas, escotes, tops y maquillaje para reclamar su libertad frente a los juicios y actos sexistas y protestar así contra las reglas internas en los colegios.
“En Francia, cada uno es libre de vestirse como quiera. Las mujeres tardaron siglos en liberarse de los códigos de vestimenta. Esta libertad duramente ganada no tiene precio”, dijo en el diario “Le Parisien” la ministra de Igualdad, Élisabeth Moreno.
Este mismo mes, el Museo de Orsay de París acabó pidiendo perdón a una mujer a la que vetaron la entrada por llevar escote después de que ésta denunciara los hechos en una carta en Twitter que se volvió viral.