Durante esos días, indican los expertos de la Universidad japonesa de Osaka, los iones (átomos que tienen una carga eléctrica) de la Tierra pueden llegar a la Luna, si bien hasta ahora se entendía que se trataba de nitrógeno y gases, sin que hubiera una prueba definitiva del oxígeno.
Así, el científico Kentaro Terada y sus colegas de la Universidad de Osaka afirman haber resuelto este enigma al analizar datos de la sonda robótica japonesa Kaguya, que orbita la Luna.
Los expertos hallaron pruebas claras de “viento terrestre” que llegaba a la Luna transportando iones de oxígeno, que después quedaron adheridos en una capa profunda del suelo lunar.
Según el artículo de Nature Astronomy, los científicos pudieron identificar que este proceso ha estado ocurriendo desde que el oxígeno apareció en gran abundancia en la atmósfera terrestre hace aproximadamente unos 2.500 millones de años.
Debido a que el oxígeno de la Tierra es generado por la biósfera, este resultado sugiere que la Luna ha sido continuamente “contaminada” por sustancias generadoras de vida durante buena parte de su historia, agregan los científicos.
Esto significa, también, que la antigua atmósfera de la Tierra puede estar preservada en el suelo lunar.