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Las enseñanzas de las primeras imágenes del telescopio Webb

Hay mucho más universo por ver que antes, gracias al lanzamiento del telescopio espacial James Webb, y aun hay varias lecciones que este telescopio busca enseñarle a la humanidad.

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En una imagen sin fecha proporcionada por la Nasa, la ESA, la CSA y el STScI, la nebulosa Carina. (Foto Prensa Libre: Nasa, ESA, CSA y STScI vía The New York Times)

En una imagen sin fecha proporcionada por la Nasa, la ESA, la CSA y el STScI, la nebulosa Carina. (Foto Prensa Libre: Nasa, ESA, CSA y STScI vía The New York Times)

El martes, la Nasa publicó cinco imágenes de la primera producción del telescopio espacial James Webb. Las fotografías destacaron el gran potencial del telescopio para explorar los secretos del espacio profundo. A continuación, algo de lo que hemos aprendido hasta ahora.

El telescopio funciona muy bien

Cuando la Nasa recibió imágenes borrosas del telescopio espacial Hubble, esto demostró que los instrumentos científicos avanzados a veces no funcionan como se desea. Varios astronautas realizaron múltiples viajes al Hubble para repararlo, pero ninguna de esas reparaciones era posible para el Webb, el cual está mucho más lejos de la Tierra de lo que cualquier ser humano ha viajado antes.

Después de la expectación y el nerviosismo por el lanzamiento y posterior despliegue del telescopio, sus espejos y el escudo solar, los científicos de la misión tuvieron que asegurarse de que su juego de herramientas científicas operara de manera adecuada.

Y funcionó, de una forma espectacular, como lo explicó en una conferencia de prensa el martes Jane Rigby, científica de proyectos para las operaciones del telescopio.

“Tuve una reacción muy emotiva y dije: ‘Ay, Dios mío, ¡funciona!’”, comentó Rigby, al describir las primeras y nítidas imágenes de prueba que el telescopio envió a casa. “Y funciona mejor de lo que pensábamos”.

O en palabras de cientos de científicos en un artículo no arbitrado que fue publicado en línea el martes: “El telescopio y el juego de herramientas han demostrado la sensibilidad, la estabilidad, la calidad de imagen y la gama espectral necesarias para transformar nuestra comprensión del cosmos mediante observaciones que van desde asteroides cercanos a la Tierra hasta las galaxias más lejanas”.

 

Veremos el pasado del universo a una profundidad que nunca se había visto

El lunes, el presidente Joe Biden presentó una imagen tomada desde el telescopio Webb que representantes y astrónomos de la Nasa elogiaron como una de las imágenes más profundas que se hayan tomado del cosmos, una marca que probablemente será rebasada pronto cuando las computadoras de la Nasa revelen más datos.

La imagen de un racimo de estrellas distantes llamado SMACS 0723 reveló la presencia de galaxias todavía más lejanas desparramadas por el cielo. La luz de esas galaxias, cuya visibilidad se dio gracias a la ampliación que produce el campo gravitatorio del racimo de estrellas, se originó hace más de 13 mil millones de años.

Los astrónomos proponen que las primeras estrellas más lejanas podrían ser distintas a las estrellas que vemos en la actualidad. Las primeras estrellas estaban compuestas de residuos puros de hidrógeno y helio que dejó el Big Bang y podrían crecer hasta volverse mucho más enormes que el Sol y luego colapsar rápida y violentamente para convertirse en hoyos negros inmensos del tipo que ahora pueblan los centros de la mayoría de las galaxias.

 

Descubriremos las atmósferas de planetas lejanos

Los espectros de WASP-96b, un exoplaneta del tamaño de Júpiter, no fueron la imagen más impresionante que se vio el martes… en vez de alucinantes riscos cósmicos, mostró pendientes de una gráfica registrada cuando el planeta pasó frente a su estrella hace 1120 años luz. Sin embargo, cuando vieron esto los astrónomos que operan el telescopio Webb en el Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial (STScI, por su sigla en inglés) en Baltimore, se quedaron sin aliento y aplaudieron.

“Estoy más que entusiasmado de compartir esto con ustedes”, comentó Néstor Espinoza, un astrónomo del instituto.

El planeta ya se había estudiado desde tierra y con el Hubble. Sin embargo, el telescopio Webb recogió evidencia de vapor de agua, neblina y también de unas nubes que no se habían visto antes. Esto sorprendió a los científicos.

Aunque es poco probable que WASP-96b sea el hogar de algún ser vivo, por medio de las mismas técnicas se podría revelar si los mundos rocosos más pequeños que orbitan otras estrellas son habitables.

“Creo que seremos capaces de encontrar planetas que nos resultan interesantes: ya sabes, porque tienen buenas posibilidades de albergar vida”, comentó Megan Mansfield, astrónoma de la Universidad de Arizona. “Pero no es seguro que podamos identificar vida de inmediato”.

El tamaño relativamente pequeño de estos exoplanetas ha dificultado mucho su estudio, hasta ahora. El telescopio Webb permitirá que los astrónomos observen más de cerca estos mundos.

 

Descubriremos lo inesperado

En la presentación del Webb vimos imágenes que nos dejaron sin aliento de la nebulosa del Anillo del Sur, una esfera de gas y polvo producto de una estrella moribunda, y del Quinteto de Stephan, un agrupamiento de galaxias a millones de años luz de distancia.

Sin embargo, la imagen más impactante fue la nebulosa de Carina, una inmensa nube de polvo arremolinado que es tanto una guardería de estrellas como el hogar de algunas de las estrellas más luminosas y explosivas en la Vía Láctea. Vista en infrarrojo, la nebulosa parecía un risco costero erosionado y amenazante salpicado de cientos de estrellas que los astrónomos nunca habían visto.

“Me tardé un poco en descifrar qué estábamos viendo en esta imagen”, comentó Amber Straughn, una científica adjunta del proyecto del telescopio, mientras apuntaba a una estructura escarpada.

La fotografía también tenía estructuras que no pudieron explicar los científicos, como una figura extraña y curva.

“Como siempre, hay lugar para lo inesperado”, opinó Amaya Moro-Martín, astrónoma del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial que presentó ahí la imagen a sus colegas el martes. “No tenemos ni idea de qué es eso”.

Podemos esperar muchos más descubrimientos como estos del Webb: cosas que nunca se habían visto y que necesitan una explicación.

 

El telescopio sigue siendo frágil

Para una nave espacial como el telescopio espacial James Webb, era inevitable que pedazos de polvo cósmico chocaran con sus espejos. No obstante, para las autoridades de la Nasa, fue una sorpresa desagradable enterarse de que un ataque de micrometeoroides había dañado uno de los espejos del telescopio a finales de mayo y que el impacto era más grande de lo esperado.

Representantes de la Nasa aseguraron que la distorsión apenas se notaba y que el desempeño del Webb sigue superando todas las expectativas. Los ingenieros también modificaron la posición del espejo dañado para neutralizar parte de la distorsión.

Antes de que se informara sobre el incidente, cuatro micrometeoroides más pequeños ya habían golpeado el telescopio.