Un reportaje del periodista Josmar Jozino, y que ha divulgado Infobae, retrata a alias Lucifer, un preso que según su testimonio ha matado a 48 reos por ser sus enemigos y “tiranos que oprimen a los débiles”.
“No me arrepiento de matar a aquellas personas, porque era una lucha justa. Había muchos violadores y ladrones que robaban dentro de la prisión”. Marcos Paulo da Silva.
Desde 2009 fundó la organización Resgate do Bonde Cerol Fininho. Sus crímenes tienen como denominador la decapitación y la extracción de vísceras.
Jozino recoge un testimonio en el que a “Lucifer” se le atribuye la expresión: “¡Cómo me gusta esto, quiero matar más presos!”. Otra firma de sus actos son escribir en las paredes el nombre de su organización en sangre de los fallecidos.
En una declaración judicial se atribuyó esos 48 crímenes. “No me arrepiento de matar a aquellas personas, porque era una lucha justa. Había muchos violadores y ladrones que robaban dentro de la prisión”, sostuvo.
Su sobrenombre tiene como un origen un tatuaje que dice “Lucifer es mi protector”. También luce tridentes, demonios, calaveras y una esvástica nazi.
Los psicólogos de la oficina de prisiones diagnostican a Da Silva con un “trastorno personalidad antisocial”. Esos trastornos le han llevado a infringirse cortaduras en todo el cuerpo.
Antes de fundar su propia organización, trabajaba dentro de prisión para un grupo criminal denominado PCC, pero lo abandonó en 2008. Renunció supuestamente al lucro para ser un justiciero dentro de la cárcel en la que esté asignado y que en cualquier momento puede volver un baño de sangre.