Un convoy de policías estatales y ministeriales se trasladó al lugar de los hechos, donde encontraron los cadáveres de Cristina Barragán, de 45 años, y sus hijos de 23, 18 y 16 años de edad.
Desde entonces se encuentran custodiando la zona.
Los atacantes utilizaron fusiles AK-47 y granadas y, en total, quemaron tres casas.
Desde hace un mes, son constantes los enfrentamientos registrados en esta zona entre grupos de criminales y pobladores que forman parte de las policías comunitarias.
En esta zona hay un gran cultivo ilegal de amapola y numerosos laboratorios donde se procesa la planta para convertirla en heroína.
Por ello, hace años que es disputada por los cárteles de Los Rojos, Guerreros Unidos y el Cartel de la Sierra del Sur.
El pasado 6 de noviembre, un enfrentamiento entre policías comunitarios y presuntos miembros de un grupo de narcotraficantes dejó al menos tres muertos y siete heridos en este municipio, después de que miembros del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana acudieran ante la llamada de auxilio de los lugareños.