Internacional

Melania Trump va camino a la Casa Blanca

Melania Trump sería una primera dama indudablemente atípica, la segunda nacida fuera de EE. UU. y una de las pocas exmodelos.

Sin embargo busca desempeñar el papel de la manera más tradicional posible si su marido, el candidato presidencial republicano Donald Trump, gana las elecciones de noviembre.

De 46 años e imponente belleza, Melania es la antítesis del magnate en cuanto a personalidad se refiere: es extraordinariamente discreta, siempre mantiene un tono sosegado y evita a toda costa verse involucrada en polémicas.   

En la incendiaria campaña de Donald Trump, con quien se casó hace 11 años, se ha mantenido lo más alejada posible de los focos, cediéndole el protagonismo a Ivanka, hija del primer matrimonio del multimillonario y una de sus principales asesoras.

Hasta hace poco no había mayor polémica sobre Melania, pero la inclusión (plagio) en su discurso de julio último en la Convención Republicana de frases que pronunció Michelle Obama en su discurso del 2008 ha manchado un poco su figura pública.


Aparte de ello, en su discurso alabó el lado más humano de “Donald”, al que describe como un hombre “muy preocupado desde siempre por su país” y al que ha visto “luchar durante años sin rendirse”.

Para muchos es una paradoja que Trump, un candidato que ha escandalizado fuera y dentro del país con su retórica xenófoba y ultranacionalista, pueda llevar a la Casa Blanca a la única primera dama nacida fuera de EE. UU. desde la esposa del expresidente John Quincy Adams (1825-1829), que era británica.

Melania Knauss creció en un modesto apartamento de un pueblo cercano a Sevnica, Eslovenia, que entonces formaba parte de la República Federativa Socialista de Yugoslavia, disuelta en 1992 con la Guerra de los Balcanes.

Tras haber  comenzado su carrera de modelo  en Milán y París, se mudó a Nueva York en 1996. Cinco años más tarde obtuvo la residencia permanente y, en el 2006 se naturalizó estadounidense.

Melania es extremadamente cuidadosa a la hora de hablar sobre su vida matrimonial con Trump, a quien conoció en una fiesta de la Semana de la Moda de Nueva York en 1998.

Posa desnuda

“Los dos somos muy independientes. Yo le dejo ser quién es y él me deja ser quien soy. No intento cambiarlo, es un adulto. Él conoce las consecuencias. Yo le doy mi opinión muchas, muchas veces”, explicó  en una entrevista con CNN, en la que confesó que no le gusta el tono duro que usa su marido.


El magnate inmobiliario se deshace en halagos para su esposa, a la que describe como una “madre impresionante, una mujer increíble”.

Melania no sería la primera exmodelo en la Casa Blanca, porque Pat Nixon y Betty Ford también lo fueron, pero sí la primera en haber posado desnuda y la única tercera esposa de un presidente.

Como a ella le gusta decir, nada es convencional cuando se trata de Donald Trump.

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