Internacional

México y Nicaragua chocan en OEA por bloqueo contra opositores

El embajador mexicano Luis Alfonso De Alba en la OEA dijo que su país estaba preocupado por el "impacto que estas medidas tienen al debilitar y prácticamente neutralizar a la oposición nicaragüense". El representante nicaragüense tildó los comentarios de "conducta intervencionista".

Nicaragua calificó el viernes de “desafortunada”  la intervención de la delegación de México en la Organización de Estados Americanos  (OEA), en la que señaló que medidas como la destitución de 28 diputados opositores “debilitan y prácticamente neutralizan”  a la oposición de ese país centroamericano.

“En la sesión del Consejo Permanente de la OEA, Nicaragua defendió con mucha, mucha dignidad, nuestra soberanía, nuestros procesos políticos”, dijo la primera dama y aspirante a la Vicepresidencia, Rosario Murillo, a medios oficiales.

El embajador mexicano ante la OEA, Luis Alfonso De Alba, dijo este jueves que “en el marco del respeto a la soberanía de Nicaragua, y sin pronunciarnos sobre la legalidad o no de dichas decisiones”, en alusión a la destitución de diputados opositores nicarag enses, “expresamos nuestra preocupación por el impacto que esas medidas tienen”.

Agregó que la destitución debilita “y prácticamente neutraliza a la oposición en un momento en el que el país está inmerso en un proceso electoral muy importante”.

El diplomático mexicano, uno de los representantes más activos en la OEA, pese a haberse incorporado recientemente al cargo, llevó este tema a la organización por primera vez aprovechando el apartado de “otros asuntos”  del Consejo Permanente ordinario semanal celebrado hoy en Washington.

El representante de Nicaragua en la OEA, Luis Exequiel Alvarado, “hizo uso de la palabra en respuesta a intervenciones desafortunadas, catalogadas también dentro de nuestra presentación como intervenciones serviles a los intereses del imperio” , dijo Murillo en alusión a Estados Unidos.

“Nicaragua respondió con mucha dignidad y dejando claro que el principio de la OEA es la no injerencia”, continuó la también coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía.

Alvarado se mostró visiblemente molesto porque su homólogo mexicano llevara “los asuntos internos”  de su país al seno de la organización continental.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, no se ha pronunciado aún sobre la situación en Nicaragua, pese a haber sido muy activo y contundente en otras crisis del continente, como la política y social en Venezuela y el proceso de destitución de la presidenta brasileña suspendida, Dilma Rousseff.

Ninguno de los 32 Estados miembros restantes, ni tampoco Almagro, intervinieron en este debate bilateral.

La directiva parlamentaria de Nicaragua, controlada por los sandinistas, destituyó a finales del mes pasado a 28 diputados opositores por una resolución del Consejo Supremo Electoral  (CSE), integrada en su mayoría por magistrados afines al Ejecutivo.

La decisión dejó a la oposición prácticamente sin representación en el Parlamento.

El 6 de noviembre próximo, Nicaragua elegirá a su presidente, vicepresidente, 90 diputados nacionales y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano  (Parlacen).

En esos comicios, en los que los gobernantes sandinistas son favoritos, según las encuestas, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, busca su cuarto mandato y tercero consecutivo.

El principal bloque opositor no participará en las elecciones, golpeado por una serie de fallos judiciales que lo dejó sin su principal organización, el Partido Liberal Independiente  (PLI).

Por tanto, consideran que los comicios de noviembre serán una “farsa”  en la que Ortega se validará gracias a la complicidad del resto de partidos minoritarios que sí competirán con el sandinismo.

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