La primera dama, cuyo paso por la Casa Blanca ha estado marcado desde el primer momento por sus campañas contra la obesidad y en favor de un estilo de vida saludable, será la encargada de anunciar la nueva propuesta, que se enmarca en los esfuerzos del Departamento de Agricultura para actualizar los estándares dietéticos saludables que deben seguir los colegios de todo el país.
Este departamento exigirá además que todos los alimentos y bebidas que se vendan en las escuelas, incluidos los de las máquinas expendedoras, cumplan al menos uno de los siguientes requisitos: contener cereales integrales, tener como principal ingrediente una fruta, verdura o proteína, o aportar el 10 % de la cantidad diaria recomendada de calcio, vitamina D y fibra.
Asimismo, se actualizarán los estándares sobre las calorías, el contenido en grasa, el sodio y el azúcar de las comidas y bebidas vendidas en los centros escolares.
Las bebidas se limitaran a agua, leche baja en grasa, y zumos de frutas o vegetales naturales, al menos en los primeros cursos, mientras que en la secundaria los estudiantes tendrán acceso a refrescos bajos en calorías.