La policía investiga el incidente, último de una larga lista de inmolaciones en zonas de población tibetana, aunque en los últimos meses no se había informado de sucesos de este tipo.
Pekín acusa al Dalai Lama y a los grupos de apoyo al independentismo tibetano en el exilio de aplaudir y animar estas inmolaciones, pese a que el líder espiritual y premio Nobel de la Paz en 1989 ha pedido en ocasiones el cese de estas protestas suicidas.
China asegura que el Tíbet es desde hace siglos parte inseparable de su territorio, mientras que los tibetanos argumentan que la región fue durante mucho tiempo virtualmente independiente hasta que fue ocupada por las tropas comunistas en 1951.