Internacional

Unos 40 mil motociclistas festejan a su patrona la “Virgen del Favor”

Miles de motociclistas recorrieron hoy cientos de kilómetros en México para bendecir sus vehículos y festejar a la "Virgen del favor", a quien consideran "su patrona".

GUADALAJARA – Provenientes de varios lugares de México e incluso de Estados Unidos, más de 40 mil motociclistas, según cálculos de las autoridades municipales, llegaron hasta el pequeño poblado de Hostotipaquillo en Jalisco (oeste de México) para celebrar su encuentro anual, que dio inicio con una misa masiva.

Este encuentro se lleva a cabo el tercer domingo de enero desde hace 14 años por iniciativa de uno de los líderes de clubes de motociclistas, pero no fue hasta el 2003 cuando la “Virgen del Favor” fue declarada oficialmente como la patrona del grupo.

Con sus 70 años de edad, Guillermo Sandoval contó a Efe que condujo durante seis horas desde su natal Colima, en el este del país, para “cargar la imagen” de la virgen y “dedicarle los viajes” que hará este año a bordo de su motocicleta.

“Desde hace cinco años me ha tocado dos veces cargarla y vengo a eso, el primer viaje del año es siempre éste y de aquí sale la suerte para los demás”, contó minutos antes de transportar a la imagen de la “patrona”.

La angosta carretera que conduce al pueblito de cerca de 3 mil 500 habitantes fue invadida con el rugir de los motores de toda clase de motocicletas que llegaron al lugar desde la noche de este sábado.

Las calles, hasta hace unos días en calma, se vistieron de fiesta para recibir a los extravagantes visitantes y sus familias con puestos de comida, papeles de colores y fuegos artificiales.

Las chaquetas de piel, los pantalones oscuros, los lentes de sol y los pañuelos con calaveras en la cabeza parecían desentonar con las conservadoras casitas, con símbolos religiosos en las puertas y ventanas.

Pero la expectativa por mirar los vehículos peregrinos fue mayor, pues cientos de personas salieron a pie de carretera y a las callejuelas para recibirlos con aplausos.

Los potentes motores tenían un solo objetivo y era llegar hasta el templo de Hostotipaquillo para recoger la imagen de la virgen y escoltarla hasta un campo de futbol donde se llevaría a cabo la misa.

La motocicleta de Ricardo Vargas está adaptada para que lo acompañen su esposa y sus dos hijos de 8 y 3 años de edad que esperan junto con él al pie de la iglesia.

De barba larga y puntiaguda y con vestimenta completamente de piel, explicó a Efe que su fervor surgió a partir de que la virgen le ayudó a recuperarse de un atentado en su natal Sinaloa (norte de México).

“Creo mucho en la virgencita desde que me balacearon mi negocio y sobreviví. Mucha gente cree que por andar en moto somos salvajes o rudos pero las apariencias engañan”, dijo en tono de broma.

Con la llegada de los peregrinos, la cancha de fútbol del pueblo se convirtió en una feria en donde, mientras transcurría la misa, muchos aprovechaban para comprar algún accesorio para el vehículo, comer algo o descansar del largo camino.

“Yo no soy muy creyente pero me gusta venir cada año para convivir con los amigos”, afirmó Javier Guerrero, otro de los participantes.

El momento más solemne llegó casi una hora después. Al pie del templete acondicionado como altar, en una montaña multicolor, miles de cascos se amontonaron para recibir la bendición que la imagen de la virgen hace al pasar por ellos.

La suerte estaba ya asegurada. Luego, el júbilo. Para volver al ambiente “biker” (motociclista), un escuadrón de agentes de tránsito arrancó aplausos por sus acrobacias.

El cierre, con broche de oro, un concierto de rock con canciones a ritmo de guitarrazos y fuegos artificiales que iluminaron el camino de regreso a casa.