“Desgraciadamente los siete tripulantes murieron cuando el avión se estrelló” , afirmó un portavoz de la ISAF, Luca Carniel, que añadió que la misión militar está “investigando lo sucedido” y desconoce por el momento las causas del “choque” .
“Cuando la aeronave se estrelló no había actividad insurgente en la zona” , aseguró Carniel.
Como es habitual, el portavoz de la ISAF dejó en manos de las autoridades correspondientes el anuncio de la nacionalidad de las víctimas.
El portavoz talibán Abdulqahar Balkhi dijo ayer, a través de la red social Twitter, que “los muyaidines” habían “derribado a tiros un avión de transporte de Estados Unidos y la Otan”.
La caída del aparato se produce después de que el sábado al menos cuatro militares de la Otan fallecieran al estrellarse un helicóptero en el conflictivo sur del país asiático.
También en aquella ocasión, la ISAF explicó que las causas del accidente estaban siendo investigadas, y subrayó que “según las informaciones preliminares, no había actividad enemiga en el área” en el momento del incidente.
Ese fue el tercer siniestro relacionado con una aeronave de las fuerzas internacionales en Afganistán desde el inicio del presente mes.