Para la noche de este sábado, 140 de las ballenas habían muerto, dijo el jefe del área del Departamento de Conservación, Andrew Lamason.
Dijo que los trabajadores y voluntarios trabajaron durante todo el día para mantener regadas y cubiertas a las ballenas sobrevivientes, antes de poder reflotarlas durante la marea alta, con la llegada de la noche.
“Hemos tenido un muy buen equipo de voluntarios y la gente quería venir de todas partes del país” , dijo Lamason.
Dijo que las ballenas sobrevivientes se trasladaron a aguas más profundas, pero advirtió que aunque hay grandes esperanzas para su supervivencia, en otras ocasiones las ballenas que han sido reflotadas acaban regresando y vuelven a quedar varadas.
Los expertos describen Farewell Spit como una trampa para las ballenas debido a la forma en que sus aguas poco profundas parecen confundir a estos cetáceos y afectan su capacidad de nadar.
Las ballenas piloto tienen alrededor de unos 6 metros (20 pies) de largo.