Además de los ocho militares y los dos técnicos españoles murió un civil caboverdiano, explicó esa fuente.

“Las víctimas son de sexo masculino, de edades entre 20 y 51 años”, explicó el gobierno mediante un comunicado.

“Un soldado que trabaja en ese centro militar está desaparecido y hay claros indicios de que sería el autor del ataque”, añadió el gobierno en un comunicado, en el que pidió “calma y serenidad”  a la población.

“No existe vínculo este estos acontecimientos y el narcotráfico”  según el texto, mientras que medios de comunicación evocaban una posible represalia tras importantes decomisos de droga recientemente en el archipiélago.

“Según los primeros elementos, estos actos tienen como origen motivaciones personales”, añadió el texto.

Después del ataque las autoridades constataron la desaparición de nueve fusiles y municiones, que fueron hallados horas más tarde en un coche aparcado en la capital, Praia.

Los dos técnicos españaoles se hallaban en misión profesional en el centro militar, y el civil trabajaba con ellos, indicaron las fuentes.

Un portavoz del ministerio español de Relaciones Exteriores confirmó la muerte de esos dos ciudadanos, sin más precisiones.