En Israel le han prohibido donar su espermatozoide, lugar en donde fue padre de algunos niños a través de la inseminación artificial. Según la ley de dicho país, las mujeres sólo pueden usar espermas donados si se realiza de forma anónima y hay un límite a la cantidad de donaciones que se pueden hacer.
Varias mujeres se habían presentado en clínicas para solicitar los espermas de Nagel y esto va en contra de las leyes y regulaciones del tema y podría ser arrestado.
LEA TAMBIÉN
El comienzo de las donaciones
Nagel vive en Nueva York y comenzó su aventura como inseminador hace trece años por “darle una mano a una chica”.
“Ayudé a dos mujeres de modo casi simultáneo, ambas en Manhattan, una lesbiana afroamericana y una judía ortodoxa que no encontraba pareja. Ahora, los hijos han cumplido trece años, viven a dos manzanas el uno del otro, y son de madres tan diferentes…”, relata.
De acuerdo con Nagel, su familia está avergonzada de lo que hace y prefieren que tuviera un matrimonio tradicional.