“Es difícil conseguir los insectos para alimentarlos y replicar su ambiente salvaje” , dijo el experto, pero aclaró que los sobrevivientes por ahora están bien.
Empleados del aeropuerto internacional de Ezeiza detectaron el 7 de diciembre unas 247 especies de serpientes venenosas, caracoles, tortugas y lagartos escondidos entre las ropas de una valija que había sido despachada para un vuelo con destino a Europa.
Mientras el ciudadano checo Karel Abelovsky, de 51 años, enfrenta un proceso judicial por contrabando que podría costarle 10 años de prisión, serpientes, lagartos, tortugas y otros animales salvajes se encuentran en cuarentena en el zoológico de Buenos Aires pues frecuentemente padecen enfermedades infecciosas.
Las serpientes venenosas fueron enviadas al instituto de salud nacional de Argentina para el desarrollo de antídotos.
Entre los animales recuperados hay lagartos originarios de México y víboras, arañas y caracoles del norte de Argentina, Paraguay y Brasil.
“Lo mejor que le puede pasar a estos animales es que sean liberados lo antes posible en su ambiente natural” , aseguró Rivolta. El veterinario aclaró que esa decisión depende del juzgado que tiene la causa.
Abelovsky fue procesado por el delito de “contrabando agravado” ya que la justicia sospecha que integra una organización internacional dedicada al tráfico de animales exóticos. El ciudadano checo se encuentra en libertad bajo fianza.