“El FBI tendrá que determinar si se trata de un acto de terrorismo”, indicó.
George Piro, de la oficina del FBI en Miami, confirmó en la misma conferencia de prensa que la investigación está en una “fase muy inicial” y, por lo tanto, es prematuro determinar el motivo del ataque.
Scott dijo que no hay evidencias de que se produjera una segunda balacera y que haya un hombre armado en el aeropuerto, como informó en un primer momento la Dirección de Seguridad en el Transporte (TSA, en inglés).
“En este momento que parece que el autor de los disparos actuó solo”, aseguró en conferencia de prensa el alguacil, quien indicó que el sospechoso, del que no se reveló su identidad, no disparó al agente que lo detuvo.
Aunque las autoridades policiales rechazaron informar del nombre del sospechoso, el senador por Florida Bill Nelson indicó que fue informado de que se trataría del joven Esteban Santiago, de 26 años y natural de Nueva Jersey.
El político indicó que el hispano portaba una identificación militar, aunque todavía se desconoce si podría ser de otra persona.
Medios informan que el sospechoso voló el viernes y al recoger su maleta, fue al baño, donde extrajo el arma que había facturado, regresó a la zona de equipajes de la terminal 2 y comenzó a disparar a las 12.55 hora local.
El sospechoso, indicó Scott, está siendo interrogado por agentes del Buró Federal de Investigación (FBI) y del departamento de homicidios de Broward para establecer el “motivo” de la balacera.
El alguacil explicó que revisarán las cintas de las cámaras de seguridad para determinar si hay más personas involucradas en el suceso, pero hasta el momento no hay indicios que apoyen esa teoría.
Las autoridades no han informado del tipo de arma utilizada en el ataque, ni de vehículos, y reiteraron que la investigación se halla en proceso.
Mark Gale, director del aeropuerto, aseguró que revisarán metódicamente el aeródromo, para poder garantizar que está libre de peligro, aunque desconoce cuándo podrá ser reabierto, pues no pueden decir que no hay todavía una “amenaza viable”.
Señaló que el aeródromo es uno de los más ocupados del país” y que en un día típico recibe entre 80 mil y cien mil pasajeros.
Agregó que las terminales están cerradas y algunos pasajeros se hallan en refugios con protección de agentes, los cuales les van evacuando progresivamente.
Otros pasajeros se hallan incluso en aviones que están en la pista de aterrizaje, algunos de los cuales quizás puedan despegar.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó el viernes la suspensión en los aeropuertos de origen de todos los vuelos con destino a Fort Lauderdale.