Uno de los agentes intentó sin éxito reducir al hombre con una pistola eléctrica antes de que el otro hiciera varios disparos, explicó el martes por la noche el jefe de policía de El Cajon, Jeff Davis, en una conferencia de prensa. Davis no especificó de qué objeto se trataba, pero admitió que no era un arma.
Antes de que la Policía anunciara la muerte del afrodescendiente, docenas de manifestantes se reunieron en el lugar del balacera y algunos afirmaron que el hombre había sido baleado con las manos en alto.
La Policía lo negó y difundió una imagen que parecía mostrar al afrodescendiente en la “postura de disparo” mientras se acercaban dos agentes con las armas desenfundadas. La imagen fue extraída de un video grabado por un testigo con un celular.
La balacera se produjo apenas unas semanas después de la muerte de dos afrodescendientes baleados por la Policía en Tulsa, Oklahoma, y Charlotte, Carolinadel Norte, donde se registraron protestas violentas.
El jefe de la Policía de El Cajón, Jeff Davis, explicó que dos de sus agentes abordaron durante la tarde del martes en una calle al afrodescendiente y que éste se negó a obedecer “múltiples órdenes” mientras mantenía sus manos en los bolsillos.
“Sacó un objeto del bolsillo frontal del pantalón, juntó las dos manos y lo extendió hacia los agentes”, dijo Davis, que no especificó de qué objeto se trataba, al describir el momento previo a que uno de los policías lo matase a balazos.
Según el “Los Ángeles Times”, los investigadores no hallaron arma alguna en el lugar del suceso.
El otro agente involucrado en la balacera disparó con una pistola eléctrica.
Los policías habían acudido al lugar después de recibir diversas llamadas alertando de la presencia de un hombre con un “comportamiento errático”, añadió el teniente Rob Ransweiler.
La Policía de El Cajón difundió a través de su cuenta de Twitter una fotografía del momento en el que el afroamericano apuntó con sus manos a uno de los agentes, una imagen en la que no se distingue el objeto que sostiene.
La fotografía fue extraída de un vídeo que las autoridades no pretenden difundir, al menos hasta que lo revise un fiscal.
Este caso ocurre apenas una semana después de los fuertes disturbios que se registraron en Charlotte,Carolina del Norte, tras la muerte de otro afrodescendiente a manos de la Policía y rodeado de un creciente clima de crispación racial en ese país.