“Si los funcionarios de Misuri están suficientemente confiados para ejecutar a Russell Bucklew, deberían estar confiados para grabarlo en vídeo“, indicó la abogada del reo, Cheryl Pilate, en un comunicado.
Según la letrada, el preso tiene un defecto congénito que provoca malformaciones en los vasos sanguíneos en su cabeza, cara y garganta que le causan hemorragias.
Así, la abogada considera que, debido a estas malformaciones, los fármacos de la inyección letal podrían no circular bien por las venas del preso y provocarle dolor, lo que iría contra el mandato constitucional que prohíbe los castigos crueles.