En la siguiente toma se suman al baile una docena de presidiarios, también con el rostro cubierto y moviéndose al ritmo de la canción techno que causó furor en Internet hace unos meses.
Acompaña a otra grabación en la que un recluso, a cara descubierta y ataviado con la parte de arriba de un uniforme de vigilante penitenciario, fuma lo que parece un cigarrillo de liar mientras bromea mirando a cámara.
Las autoridades penitenciarias han abierto una investigación para determinar la responsabilidad de los presos y de los guardias en una prisión en la que pernoctan 320 reclusos vigilados por 75 vigilantes.