La última vez que Josefina pudo cargar el tanque de su auto lo hizo con gasolina de 91 octanos, la más barata, pues no había de 95 octanos. “Esa es la que debo usar porque la otra no es buena para mi carro”, dijo a la AFP.
Aguardó por cerca de una hora. Al mediodía cerraron la estación de servicio y quedó atrapada en medio de otros conductores que esperaban ansiosos.
“Ya no hay más gasolina”, decía un vendedor mientras agitaba los brazos, haciendo señas a los vehículos que se acercaban para que retrocedieran. Josefina, sin embargo, logró abastecerse tras otra hora de espera.
Venezuela tiene la gasolina más barata del mundo, subsidiada por el Estado. El litro de 91 octanos cuesta un bolívar (0,00046 dólares) y el de 95 octanos, seis bolívares (0,002 dólares).
Un dólar en el país petrolero, donde rige desde 2003 un férreo control de cambios con el cual el Estado monopoliza el acceso a las divisas extranjeras, se cotiza a 2.161 bolívares según la tasa oficial más alta, luego de que la moneda local sufriera una devaluación superior al 60% la semana pasada. Su valor supera los 7.000 bolívares en el mercado negro.
Autoridades de la gobernación del estado de Zulia, fronterizo con Colombia, aseguran que las protestas antigubernamentales han demorado la llegada de los caminones cisternas que distribuyen gasolina.
Bloqueos de vías con barricadas de basura y escombros son habituales en las manifestaciones en Caracas y otras ciudades venezolanas, que han derivado en fuertes disturbios con saldo de 66 muertos y más de un millar de heridos, según la Fiscalía.
Giovanny Villalobos, secretario de gobierno del Zulia, llamó a la calma y aseveró que pronto se resolvería el envío de combustible. “Se decidió por los momentos, por esta semana de disturbios, evitar el traslado de gasolina, prometiendo que se va a normalizar este fin de semana”, expresó el funcionario.
No obstante, no es la primera vez en lo que va de año que se producen demoras en la distribución de combustible.G