En un momento dado, según informó la agencia, el director del establecimiento propuso a los invitados entrar en las jaulas para conocer más de cerca a los cuatro cachorros de leopardo que viven allí.
Así lo hicieron en una de ellas, donde les esperaba “Grom” (Trueno), un cachorro de seis meses que, a la vista de los huéspedes, comenzó a ponerse nervioso y a gruñir.
No obstante, el mandatario ruso -según la fuente- se acercó al felino y le acarició, pero cansado del sonido de los flashes de las cámaras, el animal se lanzó contra los periodistas, arañando a uno de ellos en la mano y clavándole los dientes a otro en la rodilla.