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Rancho Izaguirre: ¿Qué dice el informe conclusivo de la Fiscalía mexicana sobre las supuestas cremaciones en un campo del narco?
El fiscal general Alejandro Gertz dijo que estaba “totalmente probado” que el rancho Izaguirre fue usado como centro de reclutamiento, entrenamiento y operaciones por el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, cerca de Guadalajara, en el estado de Jalisco, México, donde un grupo de buscadores halló indicios de supuestas cremaciones de víctimas del narcotráfico. (Foto Prensa Libre: Fred Ramos/The New York Times)
Un rancho abandonado en el oeste de México que los grupos que buscan a familiares desaparecidos habían calificado como un “campo de exterminio” —por los objetos personales desechados y los restos quemados encontrados allí— era un centro de entrenamiento de un importante cártel, anunció el martes el fiscal general de México. Sin embargo, dijo que “no hay una sola prueba que acredite” que el rancho fuera un lugar de incineraciones humanas.
En una conferencia de prensa en la que presentó las conclusiones de su oficina hasta el momento en el caso, el fiscal general Alejandro Gertz dijo que estaba “totalmente probado” que el rancho Izaguirre en Teuchitlán, un pueblo cercano a Guadalajara, en el estado de Jalisco, había sido utilizado como centro de reclutamiento, entrenamiento y operaciones por el Cártel Jalisco Nueva Generación, una de las organizaciones criminales más violentas del país. Dijo que esa conclusión se basaba en testimonios y documentos.
Pero, apartándose de comentarios anteriores, Gertz insistió en que no había pruebas de incineraciones en el rancho.
Gertz dijo que las autoridades que descubrieron originalmente el rancho en septiembre encontraron un contenedor con fragmentos óseos muy pequeños. Dijo que los estudios realizados por una universidad de Ciudad de México sobre pruebas, tierra y otros materiales no encontraron niveles de calor superiores a 200 grados Celsius. Las cremaciones, dijo, requieren niveles superiores a 800 grados.
A principios de este mes, Gertz dijo que los investigadores no habían encontrado pruebas de crematorios en el rancho, pero que algunos restos humanos encontrados allí tenían “huellas de algún tipo de cremación”. Y el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, dijo el mes pasado que, basándose en el testimonio de una persona detenida, el cártel llegó a matar a quien se resistía al entrenamiento o intentaba escapar.
El martes, Gertz dijo que, aparte del único cadáver hallado por las autoridades en septiembre, cuando la Guardia Nacional intercambió disparos con la gente del rancho, los investigadores no habían encontrado más cuerpos ni huesos.
Las zanjas y los agujeros en el suelo —que un grupo de búsqueda había creído que eran hornos crematorios— eran hogueras, dijo Gertz.
Héctor Flores, líder de un grupo de búsqueda del estado de Jalisco, dijo en una entrevista telefónica que los grupos de búsqueda seguían creyendo que el rancho había sido un lugar de exterminio y que allí se había incinerado a personas, debido a lo que habían encontrado el mes pasado. Dijo que los funcionarios estaban utilizando un lenguaje técnico en un esfuerzo por cambiar la narrativa.
“Que el gobierno lo quiera llamar como lo quiera llamar, pero creo que la sociedad de México ya es lo suficientemente madura y despierta en este tema de Izaguirre como para creer las mentiras del gobierno federal”, dijo.
Gertz dijo que las autoridades no tenían ni idea de cuántas personas podían haber sido reclutadas o desaparecido en el rancho. Dijo que el equipo forense seguía estudiando los fragmentos óseos para identificarlos, tarea que se ha complicado por su pequeño tamaño.
El martes, Gertz recordó al público en diversas ocasiones que la investigación estaba en curso y que su oficina solo ha tenido el control del caso desde finales de marzo, cuando la presidenta Claudia Sheinbaum le pidió que se hiciera cargo.
Después de que a principios de marzo un grupo de voluntarios que buscaban a sus familiares desaparecidos recibiera una pista sobre una posible fosa común oculta en el oeste de México, las fotos de montones de zapatos y ropa conmocionaron a un país ya marcado por numerosos episodios de violencia brutal y fosas clandestinas.
Más de 120 mil personas han desaparecido en México desde que el país comenzó a llevar un registro en 1962, según datos oficiales. Más de 15 mil han desaparecido en el estado de Jalisco, y se cree que muchos de los casos están relacionados con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
El mes pasado, Gertz criticó la investigación realizada por las autoridades locales y dijo que había estado plagada de irregularidades. Las autoridades locales no lograron asegurar el lugar después de que se localizara por primera vez en septiembre, y quedó abandonado hasta que llegó el grupo de búsqueda el mes pasado.
El martes, Gertz dijo que una comisión estatal de derechos humanos de Jalisco informó en 2021 a las autoridades locales de actividades ilícitas en el rancho “y no hicieron nada”. Entre las 14 personas detenidas actualmente en relación con el caso, Gertz dijo que hay tres policías locales, incluido un jefe de policía, así como una persona a quien las autoridades han identificado como un líder del cártel que supervisaba el centro de entrenamiento.
“Vamos a perseguir a quien encubría o participaba” en las operaciones del cártel en el rancho, dijo Gertz, señalando que esto incluía a funcionarios públicos. También dijo que su oficina estaba investigando otros posibles “narcorranchos” de la zona.
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En cuanto a las bolsas de ropa que se encontraron en el lugar —pero que no han sido estudiadas por las autoridades locales—, Gertz afirmó que no sabía a quienes pertenecían. Pero dijo que los investigadores federales tenían previsto colaborar con los grupos de búsqueda para ayudar a identificar los objetos y quizá vincularlos a sus propietarios mediante pruebas forenses.