“Esta organización (refiriéndose al ELN), en lugar de entrar en sintonía con el desescalamiento y la búsqueda de la paz, ha continuado, y hasta incrementado, sus actividades delictivas. Por esa razón, vamos a intensificar nuestras operaciones militares y de policía en su contra”, manifestó el jefe de Estado en un discurso al país.

Según el mandatario, al cabo de ese mes de suspensión de bombardeos se hará una nueva revisión del cumplimiento del cese unilateral de hostilidades por parte de las Farc “y, de acuerdo con sus resultados, decidiremos si continuamos con esa medida”.

En su discurso en cadena de radio y televisión, el gobernante advirtió de que, en todo caso, el Gobierno no renunciará a los bombardeos si ve que hay una “amenaza inminente” sobre una población por parte de las Farc.

“La fuerza pública seguirá cumpliendo su obligación de proteger a todos los colombianos y no va a descuidar un solo centímetro de nuestro territorio”, afirmó.

De la misma forma, aclaró que la suspensión temporal de los bombardeos no significa que no puedan ocurrir enfrentamientos con las Farc durante operaciones de patrullaje y de control militar del territorio porque “son las reglas de juego”.

Santos recordó que cuando tomó la decisión de negociar con la principal guerrilla colombiana se acordó hacerlo en medio del conflicto, lo que no impide que se puedan tomar medidas para reducir la intensidad de la guerra como la anunciada hoy.

El alto el fuego unilateral e indefinido de las Farc es una de esas medidas por parte de la guerrilla, dijo Santos al subrayar los avances conseguidos en las negociaciones de paz que desde noviembre de 2012 se celebran en La Habana.

El presidente destacó, además, el reciente anuncio de las Farc de no reclutar más a menores de 17 años y el acuerdo que se logró el pasado fin de semana para poner en marcha el desminado humanitario en Colombia.