Los 12 ladrones lanzaron bombas lacrimógenas y realizaron disparos para disuadir a los policías y los agentes de seguridad privada del aeropuerto donde se encontraba el auto blindado de color amarillo de la empresa de seguridad Prosegur.    

Tras consumar el robo, los ladrones incendiaron una camioneta y un minibús en los cuales llegaron y subieron a otros dos vehículos con los cuales fugaron del aeropuerto. 

Dos versiones

Fuentes del Ministerio Público y de la Policía Nacional, citados por los diarios La República y El Comercio, confirmaron que el asalto a un camión de caudales en la pista de aterrizaje sí logro el objetivo de hacerse de dinero y oro, después de haber reportado inicialmente que los delincuentes huyeron sin robar nada.

Tras el asalto al vehículo de una empresa de transporte de dinero, que pretendía enviar su carga en un vuelo comercial a Lima, un contingente de 400 policías emprendió la búsqueda de los asaltantes en toda la región Puno, a la cual pertenece Juliaca.

De acuerdo con las versiones periodísticas, la Policía capturó el sábado a seis sospechosos del robo, entre los que se presume hay un boliviano, en una casa de la comunidad de Cancharani, cerca a Juliaca, con parte del botín.

Fuentes del Ministerio Público informaron a los diarios limeños que parte del botín y del armamento utilizado por los asaltantes fue recuperado por la Policía.

Asimismo, un equipo de Policías de criminalística viajó de Lima a Juliaca para participar en las labores de investigación y, de acuerdo con La República, los agentes de seguridad del camión de caudales son también investigados por el robo.

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Varios vuelos que debían partir esa noche a distintos destinos fueron suspendidos por medidas de seguridad.

La Policía Nacional encontró, minutos después, las camionetas en que huyeron quemadas y emprendió la búsqueda de los asaltantes por todo Puno, región fronteriza con Bolivia.