Atlas V, como se nombró al cohete de las sociedad estadounidense Launch Alliance, partió desde su plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral, en Florida.
La nave de dos toneladas deberá separase de la segunda etapa del cohete lanzador 55 minutos después del lanzamiento.
millones es el costo de la misión que tiene por objetivo explorar el asteroide amenazante.
Esta misión de US$800 millones debería permitir traer al menos 60 gramos de materiales recogidos en la superficie del asteroide Bennu, un bloque rocoso de 492 metros de diámetro.
Los investigadores esperan que las muestras permitan revelar pistas clave sobre los orígenes y la formación del sistema solar, que nació hace cuatro mil 500 millones de años, así como de la aparición de la vida.
¿Riesgo para la Tierra?
Mayor que el Empire State Building de Nueva York, de un color negro intenso y no del todo inofensivo: los científicos de todo el mundo tienen los ojos puesto en el asteroide Bennu desde su descubrimiento en 1999, que se espera que un día pueda acercarse peligrosamente a la Tierra.
- Video de la Nasa que muestra el momento del despegue
Aunque ello no ocurriría en al menos 150 años y el riesgo del peligro es bajo, Bennu es considerado por la agencia espacial estadounidense uno de los asteroides más peligrosos conocidos hasta el momento.
Por eso, la Nasa quiere investigarlo en profundidad y para ello envió a Osiris-Rex. La llegada de la sonda al asteroide se espera en el 2018 y en el 2020 se acercará tanto al cuerpo celeste que podría extraer una muestra de al menos 60 gramos y de hasta 200.
En el 2023, una cápsula volverá a la Tierra con la muestra.
“Esta misión es un ejemplo de las aspiraciones de nuestra nación a atrevernos a investigar todo nuestro sistema solar para entender mejor el Universo y nuestro lugar dentro del mismo”, señaló Geoff Yoder, administrador de la Nasa.
En el 2005, la sonda japonesa “Hayabusa” ya aterrizó en un asteroide de ese tipo y en el 2010 llegaron a la Tierra las primeras muestras recogidas nunca antes de la superficie de un asteroide. También la Agencia Espacial Europea (ESA) envió en 2014 la sonda “Rosetta” con el minilaboratorio “Philae” al cometa 67P/Churyumov-Gerassimenko y aunque en un momento perdió el contacto, el martes se informó que se recibió una foto del cuerpo celeste.
“Volamos a Bennu porque queremos saber la historia de su origen”, dijo Edward Beshore, otro administrador de la Nasa. “Las experiencias de Bennu nos permitirán conocer más sobre el origen de nuestro sistema solar. Al igual que hacen los policías en una serie policíaca, nosotros investigaremos todas las pruebas”.
“Osiris-Rex” (abreviatura de” Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security-Regolith Explorer”), fabricado por la empresa estadounidense Lockheed Martin, tiene seis metros de largo y pesa unos 4629 mil 708 libras.
Antes de que logre extraer la muestra con una especie de brazo robótico, la sonda investigará el asteroide todo lo que pueda con sus cinco instrumentos científicos y cámaras con los que está dotado.
“El equipo ha construido un transbordador maravilloso”, considera Dante Lauretta, administrador de la Nasa. “Estamos bien dotados para investigar a Bennu y volver con nuestro tesoro científico”.
Los asteroides son considerados restos de nuestro antiguo sistema solar, algo así como el material restante tras la creación de los planetas y satélites.
Esas rocas se mueven, como el resto de planetas, en una órbita alrededor del Sol y algunos se encuentran en un trayecto de potencial colisión con la Tierra, como Bennu, descubierto en 1999 y bautizado con ese nombre en referencia a un pájaro de la mitología del antiguo Egipto.