Internacional

Testimonio tras motín en Manaos: “Al que no mataba, lo hacían parte”

Uno de los agentes de seguridad tomado como rehén durante la rebelión en una prisión de Manaos brindó escabrosos detalles sobre la masacre, al contar en una entrevista que "al que no mataba, lo hacían parte de la carnicería".

En declaraciones que publica este sábado el periódico “Folha de Sao Paulo”, el guardia contó, bajo nombre ficticio, cómo se habían desencadenado los hechos en el Complejo Penitenciário Anisio Jobim (COMPAJ).

Él era uno de los doce agentes de una empresa de seguridad externa que, en un principio, fueron tomados como rehenes por los presos y liberados tras las negociaciones.

“Todo comenzó a las 15 horas, inició el guardia su descripción. “A esa hora, hay presos que recogen la basura de las celdas, la colocan en un lugar y la empresa la saca afuera”.

Brasil tiene la cuarta población carcelaria más grande del mundo por detrás de Estados Unidos, China y Rusia. Las cárceles del país más grande de América Latina, sin embargo, sufren de un grave problema de superpoblación, con más de 622.000 presos y una capacidad oficial de 371.884 personas.


“En ese momento, los presos -que, según el diario aclara, eran de la facción conocida como Familia del Norte- vieron una oportunidad para llegar hasta el área del grupo delictivo PCC (Comando de la Capital). Ellos inmovilizaron a un agente que estaba cambiando de turno e invadieron, y ahí comenzó el tiroteo” continuó el agente.

“Cuando todo explotó, fue una cosa horrible. Ellos quieren matar, taladrar, empalar, hacer todo (…) Cuando los policías entraron, no querían saber quién era agente o bandido. Muchos de nosotros levantamos las manos avisando que éramos agentes, pero ellos seguían disparando. Suerte que la fuerza de choque no entró en el inicio, si no íbamos a morir también”, agregó el guardia.

“Todos los presos participaron de la carnicería. Al que no mataba lo hacían parte. Los que se escondían morían (…), dijo el agente.

La reyerta dentro del COMPAJ se debió, presuntamente, a que miembros de Familia del Norte (FDN), que controla el narcotráfico en gran parte de la región amazónica en Brasil, en donde se ubica Manaos, atacaron a integrantes del poderoso grupo PCC de Sao Paulo, que tiene presencia en todo el país.

Esta matanza fue apenas el primero de varios motines en cárceles brasileñas en lo que va de 2017. En apenas siete días, ya se registraron 93 presos muertos por reyertas entre facciones criminales dentro de diferentes presidios en el país, la más reciente el jueves en la localidad de Monte Cristo, en el estado de Roraima, con 33 muertos.

Nueva fuga

Un grupo de 14 presos huyó por un túnel de una cárcel ubicada en Natal, capital del estado brasileño Río Grande do Norte, en el noreste del país, informaron el sábado fuentes oficiales.

La fuga se produjo en la Penitenciaria Estatal de Parnamirim (PEP) durante la madruga de este sábado, según señalaron a Efe fuentes de la Policía Militar de Río Grande do Norte.

Por el momento, cuatro de los reos huidos han sido capturados en un operativo en el que participan unidades especializadas y un helicóptero del cuerpo, de acuerdo con la Policía.

Las labores de búsqueda presentan dificultades debido a la proximidad con la cárcel de una zona boscosa que impide la rápida localización desde el aire de los reos fugados, quienes escaparon del interior de la prisión por un túnel.

Según datos de la Secretaría de Justicia y Ciudadanía del estado (Sejuc), la cárcel de Parnamirim presenta condiciones de hacinamiento, un problema crónico en muchas de las prisiones del país, pues albergaba a un total de 98 internos, aunque solo tiene capacidad para 60.

Esta es la segunda fuga desde que comenzó el año que se da en instalaciones penitenciarias de Río Grande do Norte luego de que cinco personas escaparan el 3 de enero de un Centro de Detención Provisional en la zona norte de Natal, aunque posteriormente todos fueron capturados, según las autoridades.

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