Internacional

Tortura sexual, un arma para arrancar confesiones en México

La tortura sexual de mujeres es una práctica común en las fuerzas de seguridad de México para arrancar confesiones durante arrestos e interrogatorios.

Militares mexicanos, en un inédito acto público de disculpas por casos de tortura, en abril de este año. (Foto Prensa Libre: AFP).

Militares mexicanos, en un inédito acto público de disculpas por casos de tortura, en abril de este año. (Foto Prensa Libre: AFP).

Según el documento de Amnistía Internacional (AI),  “Sobrevivir a la muerte. Tortura de Mujeres por policías y Fuerzas Armadas en México”, la impunidad es la regla y muy pocos de los casos denunciados llegan a ser investigados.

“La respuesta de las autoridades a estas violaciones de derechos humanos ha sido sumamente desalentadora”, señala AI.

“La tortura y otros malos tratos continúan, y sus autores gozan de una impunidad casi absoluta, pese a que el gobierno mexicano ha establecido varios mecanismos e instituciones para abordar el problema”.

La organización de derechos humanos interrogó entre septiembre y abril a 100 mujeres detenidas en cárceles federales que habían denunciado tortura y malos tratos. Los hechos se remontan a distintos años, la mayoría a partir del 2011.

De las entrevistadas, acusadas en gran parte de pertenecer a grupos de la delincuencia organizada, 72 dijeron haber sufrido algún tipo de abuso sexual y 33 que habían sido violadas.

“Los casos de estas mujeres dibujan un cuadro absolutamente escandaloso que refleja el nivel de tortura que sufren las mujeres en México”, afirmó la directora para las Américas de AI, Erika Guevara-Rosas.


No obstante, las autoridades mexicanas rechazan que la práctica de la tortura sea generalizada, afirman que se trata de hechos “aislados” y subrayan que se han tomado medidas para erradicarla.

El nuevo sistema de Justicia penal, puesto en marcha el 18 de junio con juicios orales y públicos, elimina por ejemplo la confesión como medio de prueba, a menos que se haga ante un juez.

Pero, según AI, la tortura sexual ha sido “una práctica habitual” en medio de la lucha contra el crimen organizado también para aumentar el número de detenciones. Las víctimas son en general mujeres jóvenes de estratos bajos.

Relato

El informe recoge casos como el de Mónica Esparza, que tenía 26 años cuando fue violada por policías municipales de la ciudad de Torreón, en el norte de México, supuestamente ante la mirada de soldados.

La violación fue confirmada por expertos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Según su relato, sufrió los abusos delante de su esposo y su hermano, que también fueron golpeados y torturados, después de ser detenidos en el 2013, mientras eran interrogados.

“Los policías municipales aplicaron descargas eléctricas a Mónica en los genitales y las piernas. A continuación, un representante de la Secretaría de Seguridad Pública de Torreón la agarró y empezó a besarla bruscamente y a morderla en la cara y el cuello, y luego la violó delante de su esposo y su hermano. Después, seis policías la violaron uno detrás de otro”, denuncia el texto.

  • Infografía Twitter/@AmnistiaOnline

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Su marido murió después cuando era trasladado a oficinas de la fiscalía general. Ella sigue detenida.

Las mujeres entrevistadas dijeron que fueron sometidas a golpes en el estómago, la cabeza y los oídos, semiasfixia, descargas eléctricas en los genitales, manoseo en el pecho, pellizcos en los pezones y violación e insultos sexuales, entre otros.

De acuerdo con el informe, pese al alto número de denuncias las autoridades han afirmado que en los últimos cinco años sólo se han presentado seis cargos de violación contra funcionarios públicos en la justicia federal.

Siete soldados fueron juzgados por violación en el 2012 y el 2013 por tribunales castrenses.

En abril, después de la difusión de un video donde se veía a militares y policías torturar con una bolsa en la cabeza a una mujer, fueron detenidos cinco agentes. El ministro de Defensa, el general Salvador Cienfuegos, encabezó, ante 30 mil soldados, un inédito acto de disculpas.


No obstante, entre el 2010 y el 2015 ningún integrante del Ejército fue suspendido por delitos sexuales.

Tres marinos fueron suspendidos por abuso y uno fue condenado, pero inhabilitado sólo hasta salir de prisión.

En abril, después de la difusión de un video donde se veía a militares y policías torturar con una bolsa en la cabeza a una mujer, fueron detenidos cinco agentes.

El ministro de Defensa, el general Salvador Cienfuegos, encabezó, ante 30 mil soldados, un inédito acto de disculpas.

Sin embargo, “una disculpa no basta para que el Estado cumpla con su obligación de abordar la crisis de derechos humanos a la que se enfrenta México”, cuestionó AI.

Aunque “sobre el papel, México muestra un amplio compromiso de prevenir y castigar la tortura”, esto no se ha traducido en salvaguardas efectivas.

  • En VIDEO/Youtube/Amnistía Internacional México : ¿Qué podría suceder a una mujer en México si es detenida por las fuerzas de seguridad?https://www.youtube.com/embed/bpOI1V_RNmw

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