Internacional

Trump promete deportar a millones de inmigrantes indocumentados

Donald Trump deportará hasta tres millones de inmigrantes indocumentados apenas asuma el gobierno de Estados Unidos.

El republicano Donald Trump promete deportar al menos a tres millones de inmigrantes. (Foto Prensa Libre: AFP).

El republicano Donald Trump promete deportar al menos a tres millones de inmigrantes. (Foto Prensa Libre: AFP).

Donald Trump deportará o encarcelará hasta tres millones de indocumentados apenas asuma el gobierno de Estados Unidos, dijo en una entrevista que será emitida en la noche del domingo, día en que también anunció los primeros nombramientos de su futuro gobierno.

La cadena CBS divulga extractos de la primera entrevista televisiva con el magnate de 70 años, quien es objeto de protestas callejeras en las principales ciudades del país.

Se espera que millones de personas sintonicen la entrevista en el programa Minutes de CBS, en busca de pistas sobre cómo será su gobierno y cuánto aplicará de su incendiaria retórica de la campaña.

En extractos de la entrevista divulgados por CBS, Trump mantuvo su promesa de doblegar a la inmigración ilegal.

“Lo que estamos haciendo es tomar a los criminales y a quienes tengan antecedentes criminales, pandilleros, traficantes de drogas (…) probablemente dos millones, incluso tres millones; los vamos a sacar del país o los vamos a encarcelar”, dijo el mandatario electo.

El número de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos se estima en 11 millones, la mayoría mexicanos, centroamericanos y sudamericanos instalados desde hace años en el país.

El presidente republicano de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, formuló declaraciones opuestas a la postura de Trump: “No estamos planeando en formar una fuerza de deportación. Donald Trump no está planeando eso”, dijo Ryan a CNN.

Trump hizo de la seguridad en la frontera con México uno de los puntos centrales de su campaña electoral.

Indicó a CBS que el muro fronterizo que prometió no necesariamente será solo de ladrillos.

“Podría haber cercos”, dijo Trump. “Pero para ciertas áreas, un muro es más apropiado. Soy muy bueno en esto”, dijo en la primera entrevista televisada luego de su elección.

Newt Gingrich, uno de las principales figuras en torno a Trump, había arrojado un manto de duda sobre si el mandatario electo obligará a México a pagar el muro.

“Dedicará mucho tiempo a controlar la frontera. Tal vez no gaste demasiado tiempo intentando que México pague por ello, pero fue una gran estrategia de campaña”, dijo Gingrich según The Washington Post.

Centroamérica

La región espera con temor las primeras acciones de Trump al frente de EE. UU. y el panorama no es alentador.

El 20 por ciento del Producto Interior Bruto de Honduras, que tiene 1.2 de sus algo menos de 8.3 millones de habitantes residiendo en Estados Unidos de manera legal o ilegal, procede de las remesas de los inmigrantes.

Este año se han deportado desde este país más de 20 mil ilegales, a los que se suman los que fueron devueltos desde México, otros 40 mil que no llegaron a franquear la frontera estadounidense.

En El Salvador, un país con poco más de seis millones de habitantes, el colapso podría ser aún superior, pues cuenta con tres millones de emigrantes a Estados Unidos, muchos de ellos desde la guerra civil que asoló el país, aunque se calcula que cerca de dos millones estarían en situación de indocumentados.

El 16.4 por ciento dl PIB salvadoreño procede de la entrada de divisas de sus emigrantes, una cifra que podría verse disminuida en caso de que la nueva presidencia estadounidense aplicara algunas de las medidas migratorias anunciadas por Donald Trump.

También en Guatemala la situación sería catastrófica de cumplirse las previsiones más pesimistas, que se basan en una supuesta deportación masiva de indocumentados: las cifras oficiales estiman en dos millones los ciudadanos de ese país residentes de EE. UU, entre ellos más de 800 mil ilegales.

Nombramientos

El presidente electo enfrenta una tarea colosal para designar a su gabinete y a cientos de altos funcionarios antes de su asunción el 20 de enero.

No obstante, el domingo despejó la incógnita acerca de quien será su jefe de gabinete en la Casa Blanca al designar a Reince Priebus, el presidente del Partido Republicano.

También nombró a Stephen Bannon, su jefe de campaña y propietario del portal de noticias Breitbart News, como su principal estratega y asesor.

“Estoy encantado de que mi muy exitoso equipo continúe conmigo para liderar nuestro país”, dijo en un comunicado Trump, quien realiza así los primeros nombramientos de su futuro gobierno.

“Steve y Reince son líderes altamente calificados que trabajaron bien juntos durante nuestra campaña y nos lideraron a una histórica victoria”, señaló Trump.

“Ahora tendré a ambos conmigo en la Casa Blanca mientras trabajamos para devolver la grandeza a Estados Unidos”, agregó.

Demócratas abatidos

Mientras Trump confecciona el organigrama de su administración, decenas de miles de personas han salido desde la elección del martes a manifestar en su contra en las principales ciudades del país, preocupados de que ponga su virulenta retórica en práctica.

Los demócratas se han mostrado abatidos luego de su derrota en una elección que nadie esperaba que perdieran.

No obstante, prometieron oponerse a Trump, pese a que además de haber perdido la Casa Blanca, carecen de mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.

“Nuestra tarea ahora es hacerlo responsable”, dijo Bernie Sanders, quien perdió la interna demócrata ante Hillary Clinton.

“Si el Sr. Trump tiene el coraje de enfrentarse a Wall Street, contra las farmacéuticas, (…) de tratar de avanzar para crear una vida mejor para la clase trabajadora, trabajaremos con él, tema por tema”, indicó.

“Pero si su presidencia ser sobre discriminación, si va a convertir a los inmigrantes o a los afroamericanos o a los musulmanes en chivos expiatorios, nos opondremos vigorosamente”, aseveró Sanders.

Según una encuesta de ABC News/The Washington Post, un 74% de los estadounidenses considera legítima la elección de Trump.

No obstante, el sondeo muestra fuertes variaciones dependiendo del campo político: 99% de los partidarios del mandatario electo reconocen su victoria, algo que solo ocurre entre 58% de los seguidores de Clinton.

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